Oakland, Cal.- Un aficionado que estuvo presente en el juego del pasado jueves entre los Medias Blancas de Chicago y Atléticos de Oakland tenía una riñonera; le fue útil cuando una bola de Josh Harrison que conecto de foul llegó a su sección de asientos en el segundo piso del estadio.
Aunque falló en su primer intento por atrapar la pelota a mano limpia, terminó lográndolo con su riñonera.
Con esta acción se llevó el aplauso y el reconocimiento de los aficionados que asistieron al juego en la casa de los Atléticos de Oakland.
En ese duelo el equipo local superó a los White Sox por pizarra de 3-1.