Liliana tiene 5 años buscando a su esposo, hijo y cuñado, a quienes se llevaron a la fuerza

Los Mochis, Sin.- Liliana forma parte de uno de los colectivos de búsqueda de desaparecidos en la zona norte del estado de Sinaloa, Rastreadores Fe y Esperanza; ella como muchas mujeres tiene a alguien que le arrebataron, pero a diferencia de algunas no sólo fue un ser querido sino tres: busca a su hijo Osvil, su esposo Osvaldo y su cuñado Raymundo, quienes fueron privados de su libertad por sujetos armados, hoy hace cinco años.

La buscadora recuerda que su hijo se encontraba en casa de un familiar, hasta donde llegó un grupo armado preguntado por el dueño pero se llevaron al joven; más tarde le hablaron a su esposo indicándole que soltarían a su hijo en un punto de la ciudad, a donde le pidieron que fuera para entregárselo.

A su esposo se le sumó su hermano, cuñado de Liliana, y juntos los dos fueron a una tienda de conveniencia ubicada al norte de la ciudad donde eran esperados por los sujetos armados, quienes en lugar de entregar al joven, también se llevaron a estas dos personas, desapareciendo a padre, hijo y al tío.

Todo esto a la familia de Liliana le cambió la vida tanto emocionalmente como socialmente, teniendo que dejar la escuela a causa de ser víctimas de bullying al recordar y llorar por sus seres queridos.

Desde entonces se ha dedicado a buscar a sus desaparecidos y a todos los que han sido víctimas de desaparición forzada en el norte de la entidad, ya que gracias a esto ha podido salir adelante al compartir el dolor con sus compañeras y compañeros que desgraciadamente pasan una situación similar; aunque comenta que al encontrar algún cuerpo tienen sentimientos encontrados al sentir alegría por saber que alguien podrá descansar, pero a la vez tristeza de pensar que así pueden estar sus familiares.

Liliana pide a las autoridades que haya avances en los casos de desaparecidos en la zona norte del estado, y se hagan las pruebas genéticas necesarias para poder identificar los cuerpos encontrados que se encuentran en fosas comunes para entregarlos a sus familiares, quienes siguen buscando a su ser querido que ahora se encuentra en otra fosa.

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