Pandemia y educación en una normalidad anómala: Dr. David D. Bañuelos R.

Retos y desafíos desde la perspectiva de integrantes de la red mundial Abya Yala.

David D. Bañuelos Ramírez. Médico especialista. D en Cs. davra43@yahoo.com

Adriana González Martínez. Dra. en Educación. adrixgoma@gmail.com

UNO: Salir de Guatemala para entrar en Guatepeor. La frase y sabio dicho, ejemplifica cómo se pasa de lo malo a lo más malo. Y en la educación de México, y varias latitudes de América Latina, parece que será una situación compartida el salir de algo que venía mal, para empeorar cuando se sale de la situación previa y lleguemos a la siguiente: “la nueva normalidad”. Trataremos de esto en relación a la educación. Veamos: según el artículo 3ero de la Constitución Política de México, la educación debe ser laica, gratuita y obligatoria. Nada de ninguna de las tres afirmaciones es 100% real, en referencia a la laicidad, gratuidad y obligatoriedad. Hay cantidad de escuelas confesionales, católicas, protestantes, religiosas, privadas, de cualquier nivel y la educación no es obligatoria. Y tiene costo. Universidades en cochera; guarderías que se incendian, colegios como el E. Rébsamen de la Cd de México, donde fue más importante llevarse el dinero que salvar a los alumnos. Medios de comunicación que inventan a una tal “Frida Sofía” a la que rescatarían en vivo, y finalmente, nunca existió tal niña.  Resabio de gobiernos anteriores, sin duda. Más no solo eso. Mal papel de la sociedad, las familias y desigualdades que se perpetúan, hacen que sea letra muerta el papel fundamental de la educación en todos sus niveles. En 2019 se estimaba que 30.7 millones de mexicanos estaban inscritos en algún nivel educativo. De estos, 25.4 millones lo eran en el nivel básico. En agosto del 2020 se calculó de manera conservadora que 1.4 millones dejarían de asistir al siguiente ciclo escolar. ¿Será real la cifra? ¿O bien, es real la realidad?. La realidad parece no ser real, como lo han enunciado los físicos cuánticos, o bien, los paradigmas de Paul Watslawick… En otras palabras, en el regreso a la denominada “nueva normalidad”, lo que tenemos, son más situaciones anómalas, añadidas a las que previamente arrastrábamos. La educación básica, media, superior y los posgrados en México son buenos referentes de lo irregular y las desigualdades.

DOS: Contraste sencillo entre pasado y presente para valorar el futuro. ¿Se dejarían ustedes, estimados lectores, operar, o sea, se someterían a una intervención quirúrgica, del tipo que se necesitara, con un cirujano que escribe “HERNIA, sin H”?… En el pasado, las labores de cirugía, amputaciones, sangrías y extracción de muelas, dientes y curaciones, las realizaban los barberos. Está escrito en la historia de la medicina. Eso fue en el pasado. Ahora, son médicos especialistas quienes realizan las cirugías. Y esperamos razonablemente que los cirujanos, sepan escribir HERNIA con la letra H, aunque la letra H sea muda y no suene. Pero no siempre es así. Hay vicios de formación que vienen desde la educación primaria, fallas en los docentes, en los hábitos y descuidos imperdonables de los formadores. La corrupción también ha jugado su papel. En la época de los dos gobiernos federales panistas, el examen para aspirantes a la residencia (especialización) médica se vendió. El hecho fue público y notorio. Se sabía no solo por rumores; era secreto a voces y también fue materia para varias notas periodísticas. Y ¿qué decir de la ínclita maestra defensora como leona del sindicato de maestros,  pero que a la hora de pronunciar epidemiológico, nomás no le salía?. Esto es lo que era la normalidad en el pasado reciente en relación a la educación básica y también una muestra documentada de la corrupción para el ingreso a algunos posgrados. Más triste: escuelas sin baño; o en vez de aulas, un camión habilitado como escuela, o palapas, o por último, debajo de un árbol niños recibiendo clase. Como contraste: una biblioteca farónica inundada y supuestas plataformas con la última tecnología para “dar” clases a donde no llegaba el internet, pero sí los refrescos de Cola.   ¿Queremos regresar a esa “normalidad”?. Escasez de maestros, falta de insumos, ausencia de tecnología son retos a resolver.

TRES: Sin lugar para los débiles. Este es el título de una película de los hermanos Cohen. Muy buena. Ampliamente recomendable. Y si bien es válida para muchas situaciones, la frase de que “esta película ya la vimos antes”, ahora no podemos decirla ni pensarla porque es totalmente nuevo el regreso a clases en esta pandemia aún vigente. Al tradicional rezago educativo que llevaba el país y los bajos puntajes de pruebas que nos contrastan con otras latitudes, se suman las dificultades y la imposibilidad del regreso a las aulas, donde el conocimiento se socializa y se construye. La retroalimentación, las dudas, el trabajo en equipo, las dinámicas y las actividades prácticas estarán ausentes en la modalidad de recibir clases mediante una pantalla, sea de computadora, IPAD, Tablet o celular para algunos, o bien, de televisión para otros. Son buenos los videos, de acuerdo, pero la socialización lo es más. ¿Qué necesitamos para salir adelante? Mucho y de muchos. No hay recetas mágicas ni soluciones únicas. El trabajo colaborativo, la imaginación y el auxilio de la tecnología son imperativos. El trabajo colaborativo en redes de docentes aportará nuevos enfoques. Pero no solo es la cooperación entre docentes lo requerido y deseable. Es que se trascienda hacia la sociedad  y que verdaderamente se modifiquen conductas. De la tecnología ni qué decir. Si no es posible, deseable ni prudente acudir a aulas y espacios cerrados, aun con todas las precauciones, la conexión entre docentes y alumnos se logra con el uso de dispositivos y obvio, la disponibilidad de internet, luz eléctrica y condiciones cuando menos adecuadas para trabajo en casa. La calidad de los materiales debe ir más allá de lo básico. Y luego, una vez que las condiciones lo permitan, una reposición de las actividades prácticas, como lo que se realiza en laboratorios de física, química, mediciones, experimentos y demostraciones, o también, las actividades prácticas para personal de salud, chefs, fisioterapeutas y las carreras técnicas también se deben considerar y planear. Estos son algunos de los retos. Otros son el incremento en la matrícula, la reducción de la deserción y la implementación de programas semejantes a la idea del INEA (Instituto Nacional de Educación de Adultos) que con talleres breves y materiales especializados, pueden lograr índices de alfabetización altos en periodos cortos. Aún más: reducción costos para titulación, regularización de programas o ciclos interrumpidos son otra meta a lograr.

En concreto, educación y redes: Si bien, a nivel mundial,  en México y América Latina,  los gobiernos enfrentan a la pandemia y el retorno a la posible “nueva normalidad” con políticas de salud, medidas fiscales, económicas y otras que corresponden, no es de ninguna manera suficiente. La educación superior y la educación de todos los niveles (y quienes la ejercen) pueden y tienen que participar. Los académicos agrupados en redes, grupos virtuales, de manera individual, pares y otros colectivos,  con la elaboración de materiales pueden y deben colaborar para ofrecer salidas y vislumbrar algo de luz, no para el final del túnel, sino para ahora que estamos en medio del mismo; estamos realmente a mitad del camino. No hay vuelta atrás. No se han escuchado grandes planteamientos de las agrupaciones de docentes, de los consejos y organizaciones de tipo gremial o académico de los que se dedican a trabajar la educación. Es hora de hacerlo. Un esfuerzo reciente, incipiente y en vías de consolidación es la red mundial Abya Yala. Esta red se ha conformado con docentes, investigadores y formadores provenientes de diferentes disciplinas, países y sin una visión única. No es un grupo de discusión solamente y entre sus productos estarán muy pronto un seminario y un congreso virtual con los ejes principales de 1.Educación emergente, 2.Pensamiento complejo y 3.Transdisciplinariedad. Un texto en editorial de prestigio reconocido y sin fines de lucro está ya en proceso.

Algunas fuentes consultadas. Todo está disponible en la red.

1.https://www.medigraphic.com/cgi-bin/new/resumen.cgi?IDARTICULO=17291

2.https://www.youtube.com/watch?v=y3w5wDfnMO4

3.https://www.google.com/search?q=colegio+enrique+rebsamen+y+terremoto+2017&rlz=1C1CHWA_esMX635MX635&oq=colegio+enrique+rebsamen+y+terremoto+2017&aqs=chrome..69i57.20358j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8

 

 

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