El Rosario, Sin.- ¡Quiero tacos, unos tacos!, pide Christian Omar, de 3 años, el único paciente que es atendido en la sala de urgencias en el Hospital Integral de El Rosario.
Ante el Secretario de Salud de Sinaloa, Cuitláhuac González Galindo, Omar, el padre del menor, narra la odisea que vivió desde las cuatro de la mañana luego de que a su vástago le picó un alacrán en dos ocasiones.
Omar le informó al secretario Cuitláhuac González Galindo que vive en la comunidad Los Ángeles, Pueblo Nuevo, Durango, donde no hay un solo servicio médico; esta comunidad, precisa Omar, se encuentra a tres horas de la comunidad de La Rastra en la zona serrana del municipio de El Rosario, a donde llegó luego de cabalgar durante tres horas, pues no existen caminos que comuniquen aquella comunidad alejada en la sierra de Sinaloa; además señala que la comunidad de La Rastra a El Rosario tardó tres horas más en un vehículo cuyo propietario le cobró 2 mil pesos por hacerle el favor de llevar a su hijo, quien ya se estaba trabando por efecto del veneno del alacrán.
Christian Omar ya superó la crisis y dice tener hambre y quiere tacos: pide unos tacos porque no come desde ayer.
El también director general de los Servicios de Salud, por instrucciones del Gobernador del Estado, Rubén Rocha Moya, recorrió diferentes instalaciones de Salud de la zona sur del estado ante el inminente impacto del Huracán Orlene y encontró que el Hospital Integral de El Rosario, además, de problema de infraestructura, tiene deficiencias de personal y equipamiento, y requiere de “intervención quirúrgica mayor”.
González Galindo luego de recorrer las instalaciones del Hospital se despide del personal, no sin antes asegurarse de que le lleven los tacos que está pidiendo Christian Omar.
