El rey Carlos III de Reino Unido será uno de los soberanos más excéntricos que se hayan visto en los últimos siglos, al menos así lo asegura Christopher Andersen, autor del libro ‘The King’.
En entrevista con el portal Entertainment Tonight, dio a conocer algunas de las peticiones extrañas que hace el nuevo rey durante sus viajes, como un asiento de inodoro hecho a la medida y un chef personal para cada cena a la que acude.
Pero lo más extravagante es que viaja con un osito de peluche que conserva desde la infancia, mismo que ya está demasiado viejo y que ha sido arreglado por una sola persona.
“Lo ha tenido desde que era un niño muy pequeño. La única persona a la que se le ha permitido reparar el osito de peluche del rey Carlos es la niñera de su infancia, Mabel Anderson, a quien sigue siendo muy cercano”.
Comentó que al rey, al igual que su madre Isabel II, no le gustan los hielos cuadrados debido al ruido que hacen en los vasos, por lo que siembre viaja con sus propias bandejas.
Según Andersen, los trabajadores de la familia real aseguran que el monarca es malhumorado y temperamental, mismo que se asocia con la poca atención que tuvo de sus padres en la infancia.
“Creo que es muy revelador que Carlos estuviera solo de niño… (solo pasado) dos periodos de 15 minutos al día con sus padres”.
Dichas declaraciones confirman la fama que se ha ganado Carlos III respecto a su temperamento y exigencias, como aquella vez en la que pidió a una persona que moviera un adorno que él mismo podía retirar de la mesa.
Con imagen e información de Excélsior
