Los Mochis, Sin.- Tal como lo habían advertido, este jueves en punto de las 12:00 horas tiempo del centro, 11:00 del tiempo local, los trabajadores adscritos al Sindicato de Telefonistas de la República Mexicana estallaron a huelga nacional contra Telmex, por instrucciones de su líder Francisco Hernández Juárez.
En la ciudad de Los Mochis, las manifestaciones se llevan a cabo en cuatro puntos: edificio comercial de callejón Galeana esquina con Morelos, edificio central de callejón Abasolo esquina con Gabriel Leyva, centro de ventas de Plaza Paseo y en el Centro Operativo Las Fuentes, donde se concentró la mayor cantidad de trabajadores inconformes, incluida la mesa directiva local.
Ahí, el secretario general de la sección 71 (Los Mochis), Carlos Samuel Ruiz Olais, coordinó la colocación de banderas rojinegras a manera de protesta, y declaró oficialmente iniciada la huelga como reclamo a las violaciones que, acusan, se están ejerciendo contra el Contrato Colectivo de Trabajo.
En su discurso, el líder sindical dejó en claro a sus compañeros que esta medida se postergó lo más que se pudo, sin embargo, al agotarse todas las posibilidades de diálogo, la decisión de tomar edificios a nivel nacional fue inevitable.
“Estamos iniciando nuestro movimiento de huelga porque hemos visto como la empresa, el hombre más rico de México, ha estado desmembrando esta bonita empresa, esta empresa que nos ha estado dando nuestra fuente de trabajo, de nosotros, nuestros papás, familiares, amigos y futuras generaciones”.
Carlos Ruiz explicó luego en una entrevista para Altavoz que, a diferencia del paro laboral de hace un par de días, en esta huelga se detuvieron también las labores de los trabajadores de confianza, a quienes amablemente se les solicitó abandonar los edificios y estos aceptaron.
Con esto, la operatividad de la empresa a nivel nacional se encuentra totalmente detenida.
Cabe recordar que, las exigencias del STRM a Telmex y por las cuales se estalló a esta huelga, se refieren principalmente a incrementar la contratación de personal para llenar las miles de plazas desocupadas, además de respetar el actual esquema de jubilación que marca el Contrato Colectivo de Trabajo.