Ciudad de México.- Esta es una revolución de las conciencias con preferencia a los pobres, dijo esta mañana el presidente Andrés Manuel López Obrador, después de media hora de hablar de conservadurismo en México.
“Porque los pobres son leales, los potentados no. Quién defiende un proceso de transformación en beneficio del pueblo, el pueblo. Sólo el pueblo puede salvar al pueblo, lo de arriba tiene más que ver con la conveniencia, te ayudo, te apoyo si saco provecho”, dijo.
Recordó un twiter que Claudio X González retomó de Armando Fuentes Aguirre –Catón-, y es muy cierto eso. Lo que dice Catón y lo que dice San Juan, y así están las cosas, porque para qué nos vamos a andar dorando la píldora.
“Lo que dice Catón es muy su pensamiento, como es el pensamiento de millones de mexicanos que merecen respeto, pero nosotros pensamos distinto”, dijo.
Ellos dicen que polarizamos, “no, no, politizamos… es decir fuera máscaras. Ustedes están a favor de las élites, nosotros a favor del pueblo, y somos distintos”.
López Obrador insistió que a los conservadores no les cae bien el pueblo, desprecian al pueblo, y son racistas, y son clasistas, porque se sienten superiores.
“Ya sea por el color de la piel, porque hablan inglés, o porque tienen títulos académicos de maestría, de doctorado, o porque tienen más recursos económicos, y un pensamiento por el cual desde que el mundo es mundo pues hay gente afortunada y hay gente que haga lo que haga no va a poder salir adelante”, dijo.
Que el que nace pobre está condenado a morir pobre, y nosotros no aceptamos eso. Y también, aunque estamos porque la gente mejore, que haya precisamente lo que no quieren que exista, la movilidad social, que con trabajo el hijo del campesino, del obrero, del comerciante, del maestro, pueda ascender en la clase social”.
Dónde está el cristianismo, pregunta desde La Mañanera el Presidente, qué Cristo no luchó por los pobres, qué no lo llamaban alborotador del pueblo, alborotador, y por eso lo crucificaron. O qué somos como cristianos todos, sean católicos, evangélicos, o libres pensadores.
Todo esto es lo que está ahora en cuestión.