La Unión Europea (UE) y Japón instaron este martes a que la futura vacuna contra el COVID-19 sea un “bien global común” y esté al alcance de todo el mundo a un precio accesible. Así lo señalaron los presidentes del Consejo Europeo, Charles Michel, y de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, junto al primer ministro japonés, Shinzo Abe, en un comunicado conjunto tras celebrar una videoconferencia centrada principalmente en las consecuencias y respuestas a la crisis del coronavirus.
“La vacuna tiene que ser un bien común, accesible para todo el mundo en todas partes”, indicó Michel en una rueda de prensa a distancia al término de la reunión. Los líderes reafirmaron su compromiso con la colaboración global y una financiación sostenida para desarrollar antivirales eficaces, diagnósticos, tratamientos y vacunas, a fin de que estén “disponibles todo el mundo y a un precio accesible”.
En ese contexto, celebraron la iniciativa impulsada por la Comisión Europea para recaudar fondos para una futura vacuna, que el pasado 4 de mayo reunió 7 mil 500 millones de euros, y anunciaron que la UE y Japón acelerarán su cooperación en investigación sanitaria.
Los líderes también mostraron su determinación para garantizar una “robusta recuperación económica” tras la pandemia y “reconstruir unas economías más sostenibles, inclusivas y resilientes”. Valores y principios Michel destacó en su rueda de prensa que la UE y Japón comparten valores y principios, como la democracia, el Estado de derecho, los derechos humanos y la defensa del multilateralismo. En ese contexto, las dos partes subrayaron la importancia de mantener un comercio abierto, y aseguraron que cooperarán para facilitar el flujo de suministros médicos, productos agrícolas, materias primas y otros bienes y servicios.
Al mismo tiempo, garantizarán que las medidas de emergencia necesarias para contener la COVID-19 serán proporcionadas, transparentes, temporales y consistentes con las normas de la Organización Mundial del Comercio (OMC), para que no se creen “barreras innecesarias” al comercio o se afecte a las cadenas globales de suministros, que pidieron que sean más resistentes.
También pidieron elaborar una política de confianza para compartir datos, reforzando la seguridad y la privacidad. Para evitar futuras pandemias, la UE y Japón recalcaron la importancia de reforzar su preparación y capacidad de respuesta, también a través de organismos internacionales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), cuyo papel como coordinador de la lucha contra la COVID-19 confirmaron.
Celebraron la resolución adoptada en la última asamblea general de la OMS en la que se solicitó a su director general iniciar, cuanto antes, una evaluación “imparcial, independiente e integral” para revisar la experiencia ganada con esta crisis.