Silao, Gto.- Ante la impunidad de las autoridades, un sujeto que abusó sexualmente de seis niñas en un kínder y que fue denunciado por ello hace un mes, sigue libre. Se trata, según las familias afectadas, de un sujeto con influencias en la misma Secretaría de Educación del Estado de Guanajuato (SEG).
Los hechos ocurrieron en el caserío conocido como Camino Real, en la zona rural del municipio de Silao el pasado mes de junio, en una escuela de dos baños, un salón y un terreno con juegos infantiles.
Padres de familia de las víctimas denunciaron que aunque el agresor fue denunciado bajo el delito de abuso sexual contra menores, bajo la carpeta de investigación 70151, la Fiscalía General del Estado de Guanajuato –FGE- no ha mostrado acción alguna, ni siquiera ha enviado personal para dialogar con las familias afectadas. Ante lo ocurrido, el alcalde morenista Carlos García Villaseñor, tampoco ha puesto interés en la tragedia ni ha querido recibir a las víctimas. Buscaron también atención del Instituto Municipal para las Mujeres Silaoenses, pero también fueron ignoradas.
Apenas este miércoles la SEG envió a funcionarios de tercer nivel para tratar de calmar a los familiares de las niñas violentadas.
Pero fue la misma SEG que a fines del mes de marzo permitió la llegada de Erick Ernesto Zavala Guerra, de 45 años de edad, como titular del preescolar ‘José Joaquín Fernández de Lizardi’, que a su vez daba las clases en los tres grados del nivel por ser una zona rural. El acusado llegó al cargo como un supuesto “becario”, pero es pareja sentimental de una funcionaria de nombre Brenda Blancarte, quien es Coordinadora de Zona de la misma SEG.
“El jueves 23 de junio nos dimos cuenta de que mi hija había sido abusada sexualmente. Al día siguiente, el viernes, fuimos al Ministerio Público a interponer la denuncia, pero casualmente el lunes el maestro ya no se presentó, renunció al cargo y desapareció”, narró una de las madres de familia afectadas por el crimen.

El sujeto tocó en sus partes privadas a las niñas bajo la amenaza de que si decían una sola palabra de lo ocurrido, las acusaría con sus padres quienes las iban a regañar y a golpear, incluso se daba el lujo de tapar con periódicos la única ventana del salón, que para poner películas educativas; sin embargo corría cintas de horror como ‘Chucky’, por ejemplo.
La Supervisora de la Zona Escolar, Mireya Parra, atendió a todas las familias afectadas, pero a la fecha la funcionaria ha resuelto nada.
En la escuela 16 niños estudian de las 9 a las 12 horas, pero ante lo ocurrido, nadie más quiso volver al aula. Desde entonces la reja del plantel permanece con cadena y candado, mientras que en el salón el mobiliario yace arrumbado.
“Nos dicen que en realidad ya no pueden hacer nada, porque el hombre que abusó de mi hija pues ya renunció, entonces ya no lo pueden sancionar”, reflexionó otra madre de familia.

Con imágenes e información de Excelsior