Los Mochis, Sin.- Si viajamos al pasado, exactamente al año de 1950 en la joven y próspera ciudad de Los Mochis, caminando por el famoso y colorido callejón Agustín Melgar, encontraremos a Jesús Montes y su esposa Juana Sandoval, una pareja de recién casados que iniciaron su patrimonio familiar vendiendo chocomiles en una mesa sencilla sobre una banqueta, un patrimonio que con los años quedaría marcado en la historia de la ciudad de Los Mochis.
Irma Karina Aceves Montes, nieta de los fundadores de los chocomiles más famosos de la ciudad, narra la historia de cómo sus abuelos emprendieron este negocio que inició sobre una banqueta, más adelante, sus abuelos consiguieron un pequeño local al interior del entonces nuevo mercado popular, un espacio que abrió las posibilidades para abrir una fonda de comidas corridas durante varios años. Sin embargo, al pasar el tiempo, la familia Montes Sandoval se trasladó a los locales ubicados a la orilla de la calle Ignacio Zaragoza, donde decidieron abrir la famosa refresquería ‘’La Preferida’’ con venta de aguas frescas, nieves, paletas y sus famosos chocomiles, que terminaron siendo la tradición por excelencia en la ciudad.
«Ellos decidieron hacer un lugar y crear un negocio donde pudieran ayudar a su familia a salir adelante y forjarse un patrimonio y después de 75 años seguimos aquí en Los Mochis haciendo felices a las familias y siendo parte de la historia de cada uno de ellos, estaban construyendo el mercado, de hecho ellos estaban en el callejón, en una mesita, después entraron a un local aquí dentro del mercado porque antes de ser refresquería de chocomiles, era un restaurante, era una fonda, mi abuela preparaba alimentos, después les ofrecieron el local aquí afuera, se salieron y después se formó como refresquería’’.
Y es que a pesar de que este negocio de antaño tiene más de 75 años desde su fundación, Irma Karina compartió que se ha tratado de mantener el sabor de la receta original de sus abuelos, quienes en sus inicios utilizaban leche bronca y con el tiempo se han tenido que actualizar a otro tipo de ingredientes pero siempre manteniendo el rico sabor a chocomil espeso y con el toque especial de canela.
‘’La receta es fórmula exclusiva de nosotros, pero más que nada es el día a día, en tiempo de calor, es de una manera, en tiempo de frío es de otra manera, nosotros tratamos de que sea la misma calidad de todos los días, lo intentamos, tratamos de que la gente venga y sea el mismo recuerdo cuando le tome el chocomil diga ‘’Cuando venía con mi abuela, sabe igualito’’, es algo que tratamos de mantener, ellos empezaron con leche bronca, de vaca , pero tratamos de que sea un chocomil espeso, con mucha canela’’.
La magia que se encuentra en este negocio familiar ha sido la permanencia de los clientes fieles que a pesar de los años continúan viniendo por su tradicional chocomil, deteniendo sus rutinas del día a día para llegar a la famosa refresquería y darse un gustito dulce para aligerar las mañanas o las tardes, una tradición que ha permanecido en el corazón de la ciudad de generación en generación.
«Tenemos historias muy bonitas, clientes nuestros de hasta 50 años que siguen acudieron con nosotros, imagínate un cliente de 50 años que nos sea fiel, realmente es muy especial, nosotros valoramos mucho el recuerdo de ‘’A mí me traía mi abuelo cuando yo iba a la secundaria, yo llegaba por michocomil’’, yo creo que de esas historias te puedes encontrar muchas, gracias a Dios’’
Aunque la ciudad de Los Mochis es famosa por sus inigualables mariscos, calles amplias y bien trazadas, también guarda estos pequeños rincones que le dan vida al escenario urbano del centro, donde se espera que esta tradición de visitar la calle Zaragoza para ir a tomar un rico chocomil siga viva durante muchas generaciones más.