Culiacán, Sin.- Culiacán se consolidó como la ciudad con mayor percepción de inseguridad en todo México, de acuerdo con la más reciente Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana (ENSU) del INEGI. El 88.3 por ciento de sus habitantes considera inseguro vivir en la capital sinaloense, donde la narcoguerra ha recrudecido durante más de un año y un mes, dejando miles de muertos y extendiendo el miedo entre la población.
El informe, correspondiente al tercer trimestre de 2025, revela que Culiacán supera incluso a Irapuato (88.2 %), Chilpancingo (86.3 %), Ecatepec (84.4 %) y Cuernavaca (84.2 %), las otras ciudades donde más se teme por la seguridad.
En contraste, las localidades con menor percepción de inseguridad son San Pedro Garza García (8.9 %), Piedras Negras (15.0 %) y Benito Juárez, Ciudad de México (15.6 %).
A nivel nacional, el 63 por ciento de la población adulta considera inseguro vivir en su ciudad, lo que representa un incremento frente al 58.6 por ciento registrado en septiembre de 2024. Las mujeres son las que más sienten esta inseguridad (68.2 %), en comparación con los hombres (56.7 %).
El estudio también detalla los lugares donde la gente se siente más vulnerable: el 71.7 por ciento teme ser víctima en los cajeros automáticos ubicados en la vía pública, el 64.9 por ciento en el transporte público y el 64.4 por ciento al caminar por la calle.
En el caso de Culiacán, esta percepción de miedo se vincula directamente con la ola de violencia generada por la disputa entre grupos del crimen organizado, enfrentamientos armados en zonas urbanas y ataques contra corporaciones de seguridad. Los habitantes han modificado su vida cotidiana: salir de noche, usar joyas o permitir que los menores salgan solos se ha convertido en un riesgo latente.
La encuesta también revela que el 23.9 por ciento de los mexicanos cree que la situación de inseguridad empeorará en los próximos meses, mientras que apenas una cuarta parte (24.9 %) confía en que mejorará.
El INEGI señala que los resultados de la ENSU buscan ofrecer información útil para el diseño de políticas públicas en materia de seguridad, aunque en estados como Sinaloa la violencia parece seguir imponiendo su propia agenda.