Los Mochis, Sin.- Es un año atípico en todos los aspectos, pero así también atípica es la celebración del Día De Muertos, única, misteriosa y fascinante para el resto del mundo.
Su origen se remonta a la época prehispánica, donde casi todas las civilizaciones existentes rendían culto a la muerte. Entre ellas estaba la mexica, cuyos dioses encargados de definir el destino de las almas eran Mictecacíhuatl y Mictlantecuhtli. Ambos eran señores del Mictlán o “lugar de los muertos”. Sin embargo, para llegar aquí, las almas debían lidiar y sortear una serie de obstáculos para poder conseguir el descanso eterno.
Si bien esta tradición se vive con mayor pasión en el centro y sur de México, en nuestra región la gente también sale a los distintos panteones del municipio de Ahome para recordar a sus seres queridos que han partido.
Con todo y la pandemia, y las restricciones que se implementaron a causa de la misma, los ahomenses acudieron a los panteones con el propósito de arreglar y limpiar las tumbas de sus familiares, a quienes, por supuesto recuerdan con todo el cariño y amor.
La vida es frágil y la muerte segura, por ello es importante vivir cada momento, disfrutar el camino, y valorar a quienes siguen con nosotros.