Guasave, Sin.- El número de personas desplazadas en Sinaloa ha disminuido en los últimos meses, afirmó Omar López Campos, titular de la Secretaría de Bienestar y Desarrollo Sustentable de Sinaloa (SEBIDES), quien señaló que, aunque persisten familias fuera de sus comunidades por diversos factores, el fenómeno ha mostrado una tendencia a la baja y continúa siendo atendido de manera integral por distintas instancias de gobierno.
López Campos explicó que de acuerdo con los registros históricos con los que cuenta la dependencia, alrededor de tres mil familias sinaloenses han sido documentadas como desplazadas en los últimos años, de ellas, más de mil 700 han sido atendidas recientemente, y una proporción importante —aunque no precisó el porcentaje exacto— ha logrado regresar a sus lugares de origen.
“Hay un porcentaje importante, mentiría si te digo con precisión cuánto, pero hay un porcentaje importante que ha regresado ya, afortunadamente, a sus poblaciones, y las que no, tenemos la obligación de atenderles cosas elementales básicas, como el alimento, como la salud, como la educación. Sí, afortunadamente ha disminuido, ha disminuido, es un tema delicado y sensible”, expresó.
El funcionario detalló que las familias desplazadas reciben apoyo en alimentos, salud y educación, en coordinación con diversas instituciones, como la SEPyC que se encarga de asegurar la continuidad escolar de los menores, mientras que la Secretaría de Salud brinda la atención médica necesaria, además, los ayuntamientos de los municipios involucrados participan activamente en una mesa interinstitucional que da seguimiento permanente al fenómeno.
López Campos subrayó que el desplazamiento puede originarse por distintos motivos, como violencia o condiciones climatológicas, por lo que la respuesta gubernamental debe mantenerse constante y adaptable.
En cuanto a las zonas donde actualmente se concentra la atención, el titular de SEBIDES mencionó que, desde su llegada al cargo hace tres semanas, ha trabajado con familias de El Rosario, Escuinapa y Culiacán, este último considerado principalmente como un municipio receptor. Mazatlán, señaló, se encuentra en una situación similar, pues aunque no es un punto de expulsión, sí recibe a personas que se han visto obligadas a abandonar sus comunidades.
López Campos reiteró que aunque los indicadores muestran una mejoría, el tema requiere vigilancia constante para evitar nuevos casos y garantizar que quienes aún permanecen desplazados puedan recuperar su estabilidad.





