Los Mochis, Sin.- Don Guillermo Guerrero Loaiza es un extraordinario pintor sinaloense que cuenta con un vasto repertorio de cuadros, retratos y murales, un exponente del arte gráfico que hasta el día de hoy, a sus 69 años de edad, sigue maravillando a quien se topa con una de sus obras.
Nacido en un rancho de apenas 3 casas en el municipio de San Ignacio, don Guillermo manifestó sus primeros destellos artísticos desde los 4 años de edad, cuando ni siquiera sabía lo que era un pincel y por ello sus primeros trabajos fueron plasmados directamente en la tierra a base de palitos que se encontraba tirados a la orilla de un arroyo.
Es por ello que el artista asegura que el que no puede es porque no quiere, ya que, aún en los tiempos modernos, cuando hay creatividad “la naturaleza te lo da todo”.
“En el arroyito yo jugaba con una varita, hacía dibujos a la orilla del arroyo. Cuando mi mamá me recogía en la tarde yo tenía toda una gama de maquetas, dibujos. Toda la naturaleza a mi servicio, ¿Cuál papelería?, ¿Cuáles colores?, ¿Cuáles pinceles? No había nada.
Don Guillermo creció y desarrolló su talento al grado de ser nombrado jefe de diseño gráfico en la Secretaría de Educación Pública y Cultura de 1987 a 1992, cuando asumió la gubernatura de Sinaloa Francisco Labastida Ochoa.
Hasta el día de hoy prevalecen muchos de los murales que realizó en Culiacán, y posteriormente cuando llega su época de jubilación, decidió trasladarse a la ciudad de Los Mochis siguiendo el camino de sus hijos, quienes se desempeñan laboralmente en esta ciudad.
En 11 años radicando en la ciudad cañera, el artista cuenta con cuatro murales e infinidad de encargos para cuadros y retratos.
“Siempre he buscado lo mío, cómo desarrollarme. Ya tengo el 100 por ciento de mi tiempo, y lo dedico a pintar en caballete en mi casa, he hecho, ya con este, cuatro murales muy importantes aquí en Mochis”.
Actualmente, don Guillermo se encuentra trabajando en un mural que se ubica sobre la calle Cuauhtémoc esquina con Allende. El tema de la obra es el Día Internacional de la Mujer, y para realizarlo se inspiró en temas como la diversidad de ideologías y razas, el empoderamiento femenino y la maternidad.
Algo importante a destacar es que don Guillermo nunca trabaja solo, y no precisamente porque tenga un séquito de empleados a su servicio, sino más bien porque la misma gente que pasa por la calle, al quedar cautivada con tantos trazos y colores, le pide la oportunidad al artista de participar voluntariamente.
“No tengo más que una dos, tres personas, voluntarios que pasan por la calle. Es gente de la calle que dice ‘oiga, me encanta la pintura, pero no he podido desarrollarla’, yo solo me tardaría muchísimo en hacer esto”.
Los murales son “legados culturales para las futuras generaciones”, sentenció don Guillermo a manera de despedida, y aprovechó para pedir encarecidamente a la población que cuide estas manifestaciones artísticas.
“Le voy a pedir a la ciudadanía en general, a los jóvenes, que cuiden el mural. Que no lo grafiteen, que no lo rayen. Estos murales que los respeten, que nos ayuden a conservarlos porque son mensajes muy importantes a toda la ciudadanía”.
El mural en cuestión deberá ser entregado dentro de un mes, exactamente el 8 de marzo en el Día Internacional de la Mujer y fue un encargo de la Secretaría de las Mujeres de Ahome.
Así es don Guillermo Guerrero, el niño que pasó de hacer dibujos en la tierra, a deslumbrar ciudades enteras.