Los Mochis, Sin.- Lo que hace 20 años comenzó como un pequeño encuentro entre apenas una docena de proveedores locales, hoy se ha convertido en una de las ferias comerciales más importantes del noroeste del país.
La Feria Abarrotera de Grupo Ávila llegó este jueves a su vigésima edición, y lo hizo con la fuerza de un proyecto que ha crecido a base de constancia, alianzas y confianza.
Bajo un ambiente de fiesta, el recinto ferial, ubicado por la carretera Mochis-Ahome, abrió sus puertas para recibir a 100 proveedores y cientos de abarroteros provenientes de distintos puntos de Sonora, Sinaloa y Baja California Sur, desde Guaymas hasta La Cruz de Elota, pasando por La Paz y Los Cabos.
El evento, que se extenderá durante dos días, no solo ofrece los mejores precios del año, sino que representa también una historia de perseverancia.
Don Jorge Ávila, fundador y propietario de Abarrotera Ávila, recuerda bien aquellos primeros intentos, cuando la idea de reunir a proveedores y clientes en un mismo espacio parecía una meta lejana.
“Iniciamos con 12 proveedores y mucho entusiasmo. Hoy son 100 los que se suman a esta feria, respaldando un proyecto que creció gracias al esfuerzo de todos”, comentó Ávila, visiblemente orgulloso del camino recorrido.
La evolución ha sido constante: cada edición ha sumado nuevas marcas, más visitantes y mejores condiciones para los abarroteros que, año con año, esperan este encuentro para hacer negocios, fortalecer lazos y disfrutar de un ambiente distinto al del trabajo diario.
A lo largo de las dos jornadas, la música en vivo pondrá el toque festivo. Este jueves subirán al escenario Los Novillos, Banda Río Fuerte y Los Alegres de la Sierra, mientras que el viernes lo harán El Compa Issac y Los Cherones, en un cierre que incluirá además la gran rifa de un vehículo último modelo, motocicletas, pantallas, electrodomésticos y otros premios.
La feria no solo celebra su permanencia, sino su proyección. Con la expansión de Abarrotera Ávila hacia nuevos mercados —particularmente en Sonora, donde la empresa cuenta ya con 12 tiendas—, Don Jorge no descarta que en un futuro próximo se organice una edición similar en aquel estado.
Veinte años después, la Feria Abarrotera se ha convertido en más que un punto de encuentro comercial: es el reflejo de una historia de crecimiento compartido entre una empresa regional y sus aliados, que han hecho de este evento una tradición esperada y un símbolo de confianza en el mundo abarrotero.