Ciudad de México.- En el programa de Eduardo Ruiz-Healy, se produjo un acalorado debate entre el anfitrión y el periodista Hugo Páez sobre la reforma al Poder Judicial en México. La discusión giró en torno a los efectos de la reforma, la percepción pública del poder judicial, y las implicaciones políticas para el gobierno entrante y saliente.
El contexto de la reforma:
Hugo Páez comenzó señalando que la administración del presidente saliente, Andrés Manuel López Obrador, dejaría un “campo minado” a su sucesora, Claudia Sheinbaum, debido a las tensiones crecientes con Estados Unidos y, en particular, con el Poder Judicial. Páez explicó que, aunque la reforma judicial ya había sido aprobada en comisiones de la Cámara de Diputados y se dirigía al pleno, los efectos reales no se sentirían de inmediato. Según él, la verdadera confrontación se desarrollaría a lo largo de 2024, con la entrada en vigor plena de la reforma prevista para 2025, lo que podría generar un ambiente de virulencia y conflicto sostenido entre los actores judiciales y políticos.
La percepción pública del Poder Judicial:
Ruiz-Healy, por su parte, adoptó una postura crítica hacia el poder judicial, subrayando que este se encuentra sumamente desprestigiado ante la ciudadanía. Señaló que, a pesar de los paros de labores por parte de trabajadores judiciales, no se ha visto un apoyo popular importante en defensa de la institución. “He visto más ciudadanos salir para festejar una victoria en un mundial de futbol que salir a defender al Poder Judicial”, comentó Ruiz-Healy, quien además afirmó que “a la mayoría de la gente no le importa” la situación del Poder Judicial y “quiere la reforma de AMLO”. En su opinión, esto se debe a la percepción generalizada de que el sistema judicial en México es ineficiente y corrupto.
Los derechos laborales y la reforma:
A pesar de su crítica, Ruiz-Healy reconoció que los trabajadores del Poder Judicial tienen derecho a defender sus condiciones laborales, como cualquier otro sector. Sin embargo, reiteró que esta lucha no cuenta con el respaldo de la mayoría de la población. Hugo Páez, en respuesta, defendió la legitimidad de los paros y las protestas, argumentando que los jueces, magistrados y ministros tienen derecho a reclamar por sus condiciones laborales. No obstante, admitió que la falta de empatía y apoyo popular podría dificultar el éxito de estas manifestaciones.
Páez también destacó que la reforma judicial incluye la eliminación de fideicomisos y la reestructuración de sueldos, lo que ha generado preocupación entre los trabajadores del sector. Señaló que la Constitución permite estos cambios, pero que podría haber controversias constitucionales debido a la interpretación de los derechos laborales afectados.
Con información de El Imparcial