Ciudad de México.- Estudios recientes revelan una preocupante estadística sobre la salud de las personas adultas mayores en México: el 43.6% de este grupo enfrenta el problema del sobrepeso, mientras que el 16.1% está desnutrido. Estas cifras alarmantes reflejan la necesidad urgente de mejorar los hábitos de vida de los adultos mayores, especialmente en un contexto donde la población mundial está envejeciendo a ritmos diversos.
Factores como el sedentarismo, la depresión, el estrés, los accidentes y las dificultades motrices están directamente asociados al sobrepeso y la desnutrición. Sin embargo, el problema no es exclusivo de México. A nivel global, la calidad de vida de las personas mayores tiende a deteriorarse por una mala alimentación y hábitos poco saludables, lo que se traduce en problemas de peso y otras complicaciones.
Predicciones de la Organización Mundial de la Salud
La Organización Mundial de la Salud (OMS) predice que para 2030, una de cada seis personas en el mundo tendrá 60 años o más. Este grupo poblacional aumentará de mil millones de personas en 2020 a mil cuatrocientos millones en tan solo una década. En este contexto, la clave para un envejecimiento saludable radica no solo en vivir más años, sino en mejorar la calidad de vida, un objetivo que involucra el mantenimiento de las capacidades funcionales que permiten el bienestar y la interacción con el entorno.
Estudios consultados por el Laboratorio de Datos contra la Obesidad (LabDO) destacan que el consumo excesivo de carne roja, alimentos altos en grasas, azúcar y sal, así como el tabaquismo y el abuso de alcohol, son factores que contribuyen a un envejecimiento prematuro y poco saludable.
En este sentido, el Dr. Julio Maset, en un artículo publicado en Cinfa, recalca que “no se trata solo de vivir más años, sino también de disfrutar de una calidad de vida adecuada y de continuar participando de manera activa en la vida social y familiar”. Este es un recordatorio crucial de que la salud no solo es cuestión de longevidad, sino también de bienestar integral.
Alimentación saludable
Según el National Institute on Aging de los Estados Unidos, la elección de alimentos nutritivos es crucial para protegerse de problemas de salud a medida que envejecemos. Incluso puede mejorar la función cerebral y la salud en general.
Uno de los enfoques más recomendados por los expertos es la dieta mediterránea, que favorece el consumo de vegetales, frutas frescas, cereales integrales, pescado y grasas saludables. Este patrón alimentario ha demostrado tener un impacto positivo en la salud cardiovascular, reduciendo incluso el riesgo de muerte súbita por problemas cardíacos.
Hábitos para un envejecimiento saludable
Además, los médicos y nutriólogos insisten en la importancia de adoptar hábitos que promuevan el bienestar general: mantenerse físicamente activo, alimentarse adecuadamente, dormir lo suficiente, cuidar la salud mental, someterse a chequeos regulares y mantener relaciones sociales saludables, son aspectos esenciales para garantizar una vida plena y activa en la vejez.
En resumen, el envejecimiento saludable depende de una combinación de factores: alimentación balanceada, ejercicio regular, y un estilo de vida que fomente el bienestar físico y mental. Tomar conciencia de estos hábitos puede ser la clave para envejecer de forma digna, activa y feliz.
Con información de Excélsior








