Estados Unidos.- La administración Biden confirmó ante un tribunal de Texas que acatará la orden judicial que impide deshacerse de los materiales destinados a la construcción del muro fronterizo.
Esta decisión permitirá que el presidente electo, Donald Trump, utilice dichos recursos con el propósito de continuar la edificación de la valla en la frontera con México.
El fiscal general de Texas, Ken Paxton, destacó que cualquier intento de deshacerse de estos materiales sería considerado como desacato judicial y una conducta sancionable. Trump tomó la decisión como una victoria para la seguridad nacional de Estados Unidos.
La construcción del muro, iniciada durante la primera administración de Trump, logró completar 725 kilómetros antes de que el presidente Biden suspendiera abruptamente el proyecto en 2021.
Mientras algunos sectores lo consideran una herramienta fundamental para controlar la migración ilegal, otros, principalmente demócratas, lo ven como una medida ineficaz y xenófoba.
Por su parte, Trump reafirmó su compromiso de retomar la obra, argumentando que es esencial para prevenir delitos como el tráfico de drogas, el contrabando de personas y posibles ataques terroristas.
Además del muro físico, Trump planea implementar herramientas tecnológicas avanzadas para reforzar el control fronterizo.
Estos incluyen sistemas de vigilancia y aplicaciones basadas en inteligencia artificial, como SmartLINK, que utilizan reconocimiento facial y geolocalización para rastrear a migrantes indocumentados.
Seguridad Nacional
Según una carta del Departamento de Seguridad Nacional, también se están empleando algoritmos que asignan puntajes de riesgo para determinar si los migrantes deben ser vigilados o detenidos.
El uso de tecnología en trabajos migratorios no es nuevo, pero las herramientas impulsadas por inteligencia artificial han ganado un papel central en las operaciones de seguimiento y deportación.
La administración Biden ya ha empleado algunos de estos sistemas, y Trump planea aprovecharlos para cumplir su promesa de tomar medidas enérgicas contra la migración.
Estas acciones incluyen una estrategia más agresiva para identificar y deportar a quienes carecen de estatus legal en el país.
En paralelo, Texas reiteró su disposición para colaborar con el gobierno entrante en la construcción del muro. El estado sureño ha sido uno de los principales defensores de la iniciativa y, según Paxton, hará todo lo posible para que el proyecto avance.
Mientras tanto, Trump ha criticado a Biden por intentar vender los materiales del muro a precios reducidos, calificando esta acción como un “acto criminal”.
En otro frente, miembros del equipo de transición de Trump informaron que los recientes comentarios del presidente electo sobre anexionar Canadá, Groenlandia y el Canal de Panamá forman parte de un plan estratégico para contrarrestar la influencia de Rusia y China.
Aunque estas declaraciones han generado controversia, se considera un elemento clave en la política exterior que Trump busca implementar durante su nueva administración, según informó The Washington Post.
Con información de El Imparcial
