Ciudad de México.- La reciente decisión de Estados Unidos de imponer aranceles del 30% a productos mexicanos y del 35% a los canadienses podría tener efectos importantes sobre la revisión del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC). Así lo señalaron varios expertos consultados por El Universal, quienes alertaron que esta medida tiene un trasfondo político y estratégico ligado a las elecciones en EEUU.
El presidente Donald Trump ha vuelto a recurrir al argumento de la crisis del fentanilo como herramienta para presionar a México y Canadá. Según Jorge Molina, exnegociador del TLCAN y experto en comercio exterior:
Las cartas enviadas buscan complicar o incluso reventar las negociaciones del T-MEC; la redacción desecha los esfuerzos realizados por México y Canadá relacionados a controlar el tráfico de fentanilo”.
Molina también explicó que esta acción forma parte de una estrategia para forzar un nuevo tratado que incluya comercio, seguridad y control fronterizo.
Estamos ante una situación en que cualquier tratado con Estados Unidos incluirá aranceles, por lo que no se entiende que la presidenta Claudia Sheinbaum insista en no tomar ninguna medida que proteja a la industria mexicana”, advirtió.
¿Qué efectos se esperan en el comercio con México?
Hasta el momento, los nuevos aranceles no se han reflejado en las importaciones, pero Molina advirtió que esto cambiará a partir del próximo mes. De mantenerse la medida, los productos mexicanos enfrentarían mayores costos para ingresar al mercado estadounidense, lo cual podría afectar a sectores clave de la economía.
Ignacio Martínez, coordinador del Laboratorio de Análisis en Comercio, Economía y Negocios (LACEN) de la UNAM, también criticó la postura del gobierno mexicano:
México ha cedido a lo que ha solicitado la Casa Blanca, pero la amenaza latente de imponer aranceles, más allá de lo que se estableció el 4 de marzo, mostró que esas estrategias no sirven en absoluto”.
Entre los ejemplos que mencionó están el reforzamiento de la frontera sur y la entrega de 29 personas buscadas por las autoridades estadounidenses, acciones que, según dijo, no lograron frenar las presiones desde Washington.
¿Qué recomiendan los expertos?
Desde el punto de vista de Martínez, el gobierno mexicano debería cambiar su estrategia. Una de sus propuestas incluye retirar a los 10 mil efectivos desplegados en la frontera, así como aplicar aranceles dirigidos a estados gobernados por el Partido Republicano, para presionar políticamente a sectores clave de cara a las elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Por su parte, Roberto Zapata, exnegociador de la Secretaría de Economía y exembajador ante la OMC, consideró que es un buen momento para evaluar el rumbo:
Tenemos tres o cuatro meses dialogando con Estados Unidos y no se ha llegado a un resultado. No sé si la vara de Estados Unidos es inalcanzable o simplemente no quiere llegar a un acuerdo”.
Zapata advirtió que no está claro qué concesiones se necesitarían para lograr un pacto, ni cuál sería su costo real para México:
Hay un sacrificio fuerte en el corto plazo, en el alza de precios sin que existan acuerdos claramente sostenibles en el largo plazo”.
También señaló que muchos acuerdos se están haciendo por orden ejecutiva, lo que deja en duda su permanencia:
No se sabe si los países que lleguen a acuerdos, tendrán certeza de que los respetará la siguiente administración, o el propio Trump”.
¿Qué otros sectores podrían verse afectados?
Kenneth Smith, exjefe técnico de la negociación del T-MEC, recordó que, además de los aranceles anunciados, hay investigaciones abiertas bajo el argumento de seguridad nacional que podrían traducirse en nuevas restricciones para sectores estratégicos de México, como:
- Camiones pesados
- Turbinas de avión y componentes
- Cobre
- Madera
- Minerales
- Productos farmacéuticos
Estas medidas se suman a un entorno comercial incierto que podría tener repercusiones tanto en exportaciones como en la estabilidad de las cadenas de valor entre los tres países del T-MEC.
Los especialistas coinciden en que el gobierno mexicano debe redefinir su estrategia ante una etapa crítica en la relación bilateral con Estados Unidos.
Con información de El Imparcial