Los Mochis, Sin.- Luego de que trascendiera el despido de la señora Guadalupe Quiroz, la guardia de seguridad que fue prescindida de sus servicios por haber reportado al 911 el deceso del hombre que perdió la vida afuera del Hospital General, la directora del nosocomio salió en defensa de la perjudicada y además aclarar que la institución de salud es totalmente ajena a su despido.
Luisa Reyna Armenta aclaró que como institución de salud, contratan los servicios de una empresa de seguridad, por lo que son ellos los encargados de controlar de contratar y despedir a los elementos de seguridad que trabajan en el nosocomio, por lo que el Hospital General no interfiere en esas decisiones.
‘’Nosotros como Hospital General somos totalmente ajenos a este despido, nos brinda el servicio de seguridad una compañía que tiene un contrato, ellos son los que tienen el control de sus guardias, la disciplina, los pagos, todos estos temas laborales, nosotros nada más recibimos sus servicios y no interferimos a quien despiden’’.
En cuanto al actuar de la guardia de seguridad, Luisa Reyna Armenta dijo que ella estaba cumpliendo con una función que no debería ser motivo de despido, describiendo a la señora Lupita como una trabajadora disciplinada que tuvo un buen desempeño mientras laboraba al interior del hospital.
«Con respecto a que si ella llamó al 911, creo que ella cumplió sus funciones, ella es una excelente guardia, atiende las indicaciones que se le dan, desde dirección, a través del jefe de servicios generales, nos tiene conformes con su desempeño, ¿Por qué la despidieron? Eso sí no sé. Hablé inmediatamente, les dije que me extrañaba esta situación y más que nos involucraran’’.
Cabe mencionar que la directora del hospital abogó por la guardia de seguridad para que la reinstalaran nuevamente en su cargo. Sin embargo, la señora Lupita Quiroz ha sido enfática en su decisión de no volver a la empresa de seguridad Pryse, por la forma en la que fue injustamente despedida.
Actualmente, la señora Lupita se encuentra buscando otro empleo para poder llevar el sustento a su hogar, ya que de su sueldo dependían ella y su esposo discapacitado, quien por un accidente automovilístico quedó con problemas de Parkinson y no puede laborar.