Los Mochis, Sin.- No cabe duda que el amor de un padre todo lo puede, todo lo soporta; tal es el caso de José Eloy Espinoza González, un hombre de 52 años que viene caminando desde la ciudad de La Paz, en Baja California Sur, con destino a la Ciudad de México para exigir justicia por la desaparición de su hijo en el 2014 en el estado de Sonora.
Eloy cuenta que su hijo Jorge Luis Espinoza Rodríguez viajaba junto con otros 14 jóvenes, dos maestros y un chofer a la fronteriza Tijuana, Baja California, desde el estado de Tabasco en un camión, esto para realizar unos cursos universitarios, pero al llegar a las inmediaciones de la comunidad de Esperanza, en Sonora, cerca de Ciudad Obregón, fueron detenidos presuntamente por elementos de la entonces Agencia Federal de Investigación, quienes hicieron que el joven de 18 años llamara a sus padres para pedirles la cantidad de 25 mil pesos a cambio de su libertad.
Eloy cómo pudo consiguió el dinero y lo mandaron a donde les indicaron, pero ya jamás volvieron a saber del muchacho, ni de los demás compañeros que iban con él; ni siquiera apareció el camión en el que viajaban.
Desde entonces comenzó la lucha de José Eloy, primero junto con los padres de los demás desaparecidos que iban en el vehículo, quienes poco a poco fueron perdiendo la esperanza y se fueron alejando de la lucha, quedando sólo Eloy, quien tuvo que seguir presionando para ser escuchado, ya que indica que las autoridades no han hecho su trabajo y sólo le han dicho que no han podido revisar las cámaras de vigilancia de la última caseta de cuota donde se vio el autobús.
Por esta razón, el 20 de mayo de este 2021 tomó la decisión de salir desde el Malecón Costero de La Paz caminando hasta llegar a la Ciudad de México para en conjunto con padres en su misma situación y colectivos de búsqueda de desaparecidos buscar un acercamiento con el Presidente de la República.
Durante el trayecto, el caminante ha sido auxiliado por personas y grupos de búsqueda que le brindan alimento, agua, dinero y sobre todo apoyo moral para seguir adelante, pero señala que también ha sido agredido a balazos, pedradas, mentadas de madre y hasta lo han querido atropellar en la carretera pero eso no le quita las ganas de seguir adelante ya que dice no tener nada que perder y que lo único que quiere es saber qué pasó con su hijo.
Eloy estará en Los Mochis en la oficina de las Rastreadoras de El Fuerte ubicadas por Allende y el callejón Tenochtitlan en el interior de la plaza para quien guste apoyarlo con algo, y retomará su camino el día sábado por la mañana, ya que en el transcurso de Navojoa a Los Mochis se lastimó un pie con un clavo y tomará reposo jueves y viernes.