Culiacán, Sin.- Tamara Giselle era el nombre de la joven que perdió la vida junto con otro hombre al incendiarse la camioneta en la que viajaban tras chocar contra otro vehículo y varios postes de madera en el bulevar Lola Beltrán el pasado domingo por la madrugada. La familia de la víctima la identificó ayer tras recibir los resultados de los exámenes de ADN realizados por las autoridades.
La joven, de 20 años de edad, era originaria del fraccionamiento Loma Linda y Villa Satélite de esta ciudad. Según los datos recabados, ella iba como acompañante en una camioneta Jeep Cherokee línea SRT8 color tinto modelo reciente, conducida por Adán, de 32 años, quien también falleció calcinado. El otro ocupante del vehículo era Osman Obed, de 25 años, hermano de Adán, quien logró salir del automóvil en llamas y resultó con quemaduras graves.
Los hechos ocurrieron alrededor de las 4:30 de la madrugada del domingo, cuando los tres viajaban sobre el carril de oriente a poniente del bulevar Lola Beltrán. Al llegar al cruce con el bulevar Norma Corona se impactaron contra un automóvil Toyota Camry color rojo modelo reciente que al parecer les cortó la circulación. Debido al choque, el conductor de la camioneta perdió el control y se estrelló contra varios postes de telefonía, para luego quedar a un lado de unos locales comerciales.
El impacto provocó que la camioneta se incendiara desde el motor y se consumiera rápidamente por las llamas. Tamara Giselle y Adán quedaron atrapados en el interior y murieron carbonizados. Osman Obed alcanzó a bajar y fue auxiliado por paramédicos que lo trasladaron a un hospital. Posteriormente se supo que sobre él pesaba una orden de aprehensión vigente en el Juzgado de Primera Instancia de Control y Enjuiciamiento Penal por el delito de robo de vehículo.
Las autoridades realizaron las diligencias correspondientes para esclarecer las causas del accidente y determinar las responsabilidades. El conductor del Toyota Camry fue detenido para rendir su declaración. Los cuerpos de Tamara Giselle y Adán fueron llevados al Servicio Médico Forense para practicarles la necropsia de ley.
