Culiacán, Sin.- Julio César Chávez, considerado uno de los más grandes íconos del boxeo mexicano, volvió a salir en defensa de su hijo, Julio César Chávez Jr., quien enfrenta acusaciones de tener vínculos con el cártel de Sinaloa y participar en operaciones de tráfico de armas.
El legendario pugilista negó rotundamente que su hijo esté involucrado en actividades delictivas. “Si mi hijo fuera narcotraficante, yo mismo lo metería a la cárcel al cabrón”, afirmó Chávez, subrayando que Junior ha tenido problemas de adicción, pero lleva más de un año limpio y en proceso de rehabilitación.
La situación de Chávez Jr. se complicó en julio de este año, cuando fue arrestado por autoridades migratorias en Estados Unidos y deportado a México.
A su llegada, fue encarcelado en un penal de máxima seguridad y posteriormente obtuvo libertad condicional para enfrentar el proceso penal en el país.
Periodo difícil
Su padre reconoce que ha sido un periodo especialmente difícil, y lamenta que, pese a sus esfuerzos por ayudarlo, no siempre ha podido protegerlo debido a su residencia en Estados Unidos.
Como parte de su proceso de recuperación, Chávez Jr. planea regresar al cuadrilátero en diciembre, no como un retorno competitivo, sino como un acto de sanación, para mantenerlo enfocado y alejado de situaciones riesgosas.
“Los primeros dos años son los más difíciles para un adicto; queremos que pelee para que no piense en pendejadas”, explicó su padre.
Julio César Chávez también reconoció la complejidad de vivir en Culiacán, donde es casi imposible evitar el contacto con diversas personas de la comunidad.
Sin embargo, insistió en que esto no implica la participación de su hijo en actividades delictivas. Confió en que las investigaciones de las autoridades demostrarán la inocencia de Junior.
“Esperamos que la verdad salga a la luz muy pronto”, concluyó Chávez, quien se mantiene firme en su apoyo a su hijo mientras continúa su proceso de rehabilitación y preparación física
Con información de El Imparcial
