Los Mochis, Sin.- Bajo el lema “Sinaloa no se rinde…. Sinaloa se levanta”, y con la premisa de tocar temas como la Inteligencia Artificial y su mal uso, así como la Extorsión, que puedan vincularse a la baraja de delitos graves en el país porque ya están afectando a la sociedad en general, este jueves arrancará formalmente el Congreso Nacional de Abogados en esta ciudad.
Ramón Alberto Velderrain Armenta, presidente de la Federación de Abogados de Sinaloa (FAS), dio a conocer que este miércoles empezaron a llegar los invitados conferencistas a la ciudad, a fin de iniciar mañana jueves con las conferencias en el Centro de Innovación y Educación –CIE—, donde se hablará, entre otras cosas, de La Inteligencia Artificial Digital en el Derecho; la salud en México y su Vulneración en los Derechos Humanos, el juicio de Amparo y los Derechos Humanos, entre otros.
Velderrain Armenta señaló que son temas que a la sociedad importan, además, la cumbre nacional de abogados se realiza a pesar de la situación de incertidumbre que se venía dando.
Los abogados tenemos la obligación de aportar algo al gobierno para que ellos tengan idea de cómo seguir avanzando en temas como la delincuencia, de situaciones legales, de problemas en la sociedad, y eso queremos, aportar nuevas ideas al estado de Sinaloa.
Velderrain Armenta explicó que se tratarán temas como la Inteligencia Artificial y su uso en la comisión de hechos delictuosos, así como el de la Extorsión como tema y delito que está afectando a buena parte de la sociedad.
Agregó que ambos temas se tratarán desde el punto de vista jurídico a fin de establecer criterios que permitan incluir los dos en la baraja de delitos que alcancen sanción ejemplar en el sistema judicial mexicano.
De hecho, Sinaloa ha dado pasos importantes porque el Código Penal en la entidad ya tipifica como delito el tema del uso de la Inteligencia Artificial en la comisión de hechos delictuosos.
Destacó que es un avance que la extorsión sea tocada como delito grave, pero aún más que se persiga por oficio sin la necesidad de la denuncia ni careos del afectado con su victimario.