Culiacán, Sin.- “Era un viaje de paseo con sus hijas. Le arrebataron la vida, le destruyeron el rostro… pero confiamos en que haya paz”, dijo con la voz entrecortada el señor Adolfo Rodríguez Losoya, padre de la maestra Jesamel Rodríguez Zazueta, víctima colateral de un ataque armado ocurrido el pasado fin de semana en Altata, Navolato.
Desde la funeraria San Martín, donde familiares y amigos velan a la joven maestra, su padre accedió a hablar ante los medios de comunicación que acudieron al lugar, en el marco de la convocatoria de protesta de la comunidad escolar que busca llegar hasta Palacio de Gobierno para exigir justicia y seguridad.
Adolfo Rodríguez expresó que su familia se aferra a la fe y cree que su hija ya está en la presencia de Dios. Dijo que no buscan culpables, sino que este hecho sea un llamado a la paz para Sinaloa, donde la violencia sigue cobrando vidas inocentes.
“Creo mucho en Dios y sé que ella está con Él. Esto se ha vuelto cotidiano en Sinaloa, pero necesitamos que se termine. Queremos volver a vivir como antes, en paz entre hermanos. No juzgo a quien lo hizo; lo dejo en manos del Señor. Todo tiene una razón y Él sabe por qué. Estoy convencido de que va a haber paz, porque la necesitamos. Somos gente de trabajo, somos una familia de maestros, nunca hemos hecho daño a nadie”, expresó.
Este lunes, Jesamel hubiera cumplido 35 años. Su padre recordó entre lágrimas que ella sólo buscaba descansar y disfrutar de un fin de semana en la playa junto a su esposo y sus dos hijas —una de 4 años y otra de apenas unos meses— sin imaginar que sería su último viaje.
“Era un paseo para sus niñas… y terminó en tragedia. Le arrebataron la vida, pero confiamos en que pronto haya paz”, concluyó.
Descanse en paz, maestra Jesamel Rodríguez Zazueta.