Guasave, Sin.- Lluvia es una pequeña que forma parte de los 17 niños, hijos de trabajadores del campo que acudieron al primer día de guardería en la sindicatura de Ruiz Cortines.
Una niña que no sabe ni siquiera de dónde es originaria, no tiene papá y señaló ser la única mujer entre varios hermanos varones que conforman su familia junto a su madre; Lluvia se dijo contenta de quedarse en la estancia infantil y no acudir a laborar al campo con su mamá, pues en este lugar, refiriéndose a la guardería, la atienden personas buenas.
-¿Y te gusta estar aquí en la guardería?, -Lluvia asintió con su cabecita, afirmando que es de su agrado estar en ese lugar.
-¿Por qué, por qué te gusta?, – Por qué son buenas gentes, respondió.
En otro caso se encuentra Laura, originaria de Chihuahua, una pequeña que dice tener 12 años, pero que su estatura dice todo lo contrario, ella asegura que le gusta trabajar en el campo, pero que también hoy le ha gustado asistir a la estancia infantil, pues le darán alimento calientito y podrá jugar, dejará las responsabilidades que se le han encomendado a su corta edad en alguna de las cuarterías que habitan para disfrutar por horas el ser una niña.
Laura no sabe leer ni escribir, nunca ha asistido a la escuela, se ha dedicado en mucho tiempo a cuidar de algunos de sus hermanos, de quienes tampoco supo decir edades, pues son una familia numerosa conformada por ella, su mamá y sus más de 10 hermanos.
Con las pocas palabras que Lluvia y Laura brindaron a algunos medios de comunicación, se pudo percibir la felicidad y el gusto que les daba recibir atención por parte de quienes los cuidarán durante la jornada laboral de sus padres.
Sin duda, la guardería que este miércoles abrió sus puertas para los niños y niñas, hijos de jornaleros agrícolas en la sindicatura de Ruíz Cortines, podrá dar un poco de libertad a los pequeños que no debieran preocuparse más que por recibir educación, amor, juegos, alimentos y atención.
