Los Mochis, Sin.- Resulta increíble pensar que apenas en 1903, cuando El Fuerte ya tenía 339, Guasave 308 y Culiacán 372 años de fundación, Los Mochis era solamente una pequeña ranchería con unas cuantas casas llenas de polvo habitadas por algunos grupos indígenas.
Y más increíble aún es el hecho de que ningún líder o gobernante mexicano alcanzó a dimensionar el potencial de la región, con su posición estratégica, rodeado de tierra fértil y un apacible mar, tuvieron que ser los colonos norteamericanos quienes con su visión potenciaron las bondades del lugar.
Los Mochis y sus 120 años de historia no se pueden entender sin la influencia norteamericana.
De acuerdo al cronista de la ciudad, José Armando Infante Fierro, Albert Kimsey Owen arribó en 1872 a las maravillosas cosas del Pacífico Mexicano.
El ingeniero civil nacido en el estado de Pensilvania hizo un viaje a caballo, acompañado por quien lo invitó en primer lugar a realizar la expedición, el general William Jackson Palmer.
Fue en el mes de septiembre cuando sus ojos vieron por primera vez la esplendorosa Bahía de Topolobampo, donde vislumbró un futuro de desarrollo y prosperidad que se mantiene hasta nuestros días a través del ferrocarril Chihuahua – Pacífico.
“Son los 120 años de que se decreta la creación de la alcaldía Los Mochis, evidentemente es el reconocimiento a la existencia de un poblado anterior, tiene sus antecedentes incluso tempranos, estamos hablando de mediados del siglo XIX, es decir, incluso desde antes de la llegada de los colonos de Owen existía una población y así consta y se puede probar con documentos en donde aparecen planos, aparecen referencias donde señalan a Los Mochis como un punto poblado”.
Tras el sueño de Owen, años más tarde, 18 para ser exactos, llegó a la entonces celaduría – lo que equivaldría hoy a una comisaría – de Los Mochis otro norteamericano clave en la historia de la región: Benjamín Francis Johnston, quien al ver la fertilidad de la tierra optó por quedarse a invertir para levantar lo que sería la primera industria del norte de Sinaloa.
La historia reconoce a 1903 como el año de la fundación porque fue entonces cuando se concluyó la Sugar Company, también conocida como Ingenio Azucarero, y fue ese mismo año que, a través de un decreto, quedó oficialmente establecido el nombre de “Los Mochis” para la pequeña población, que entonces se debatía entre distintos nombres cuya imposición era motivada por las diferencias entre colonos.
“¿Qué es lo que se funda con el Ingenio? No se trata de otra población, se trata de una nueva colonia, es decir, un nuevo complejo habitacional. Ya existía Los Mochis, Los Mochis eran diferentes puntos o colonias que ya se encontraban habitados. Había uno que le llaman “De Los Puentes Cuates” que se localiza en lo que sería Jiquilpan y bulevar Las Cañas o Canuto Ibarra actualmente, había por supuesto los lugares de “El Público” y “El Plat”. El Plat estaba disperso desde las inmediaciones de lo que sería el canal Tastes hasta prácticamente más acá del canal 5, que sería el actual bulevar Rosales”.
Fue a partir del ingenio que aquel lugar con unas cuantas colonias dispersas, comenzó su emancipación alrededor de una fábrica que todos los días expulsaba cenizas ligeras como el papel a varios kilómetros a la redonda.
Con cada año el desarrollo se hizo más palpable y la urbanización fue arrasando paulatinamente con el aspecto rural, siendo en 1929 cuando finalmente la celaduría es reconocida como ciudad, y apenas 6 años después, en 1935, la cabecera municipal pasó de la Villa de Ahome a la pujante Los Mochis.
Décadas han pasado y el crecimiento de la joven ciudad no se ha detenido.
Hoy, pese a ya haberse apagado aquel motor de prosperidad que fue el Ingenio Azucarero, la industria permanece cercana y la llegada de proyectos mantiene la esperanza de un “renacimiento”, tal como lo dijo en entrevista el actual presidente municipal Gerardo Vargas Landeros.
“Vamos a ser una de las ciudades más importantes en el tema petroquímico. Vamos a incrementar muchísimo nuestro PIB. Le vamos a ayudar mucho a Sinaloa para que alcance mejores niveles de participaciones federales. Viene una mejor calidad de vida para nosotros. Vamos a dejar de ser una ciudad mediana para iniciar en las grandes ligas con las ciudades de más de 500 mil habitantes y para eso nos estamos preparando, para que toda la infraestructura municipal le dé cobijo a todas estas inversiones y a la gente que viene a vivir para acá”.
Es sobre esos 120 años de histórico pasado, y sobre este emocionante presente, que Los Mochis aguarda por un futuro donde seguramente contará con un rol protagónico en el desarrollo no solo de Sinaloa, sino de todo el país.
