Estados Unidos.- Estados Unidos anunció la deportación de 10 personas migrantes hacia El Salvador, a quienes acusa de formar parte de las pandillas MS-13 y el Tren de Aragua.
El anuncio fue hecho por el secretario de Estado, Marco Rubio, a través de su cuenta en la red social X. Esta medida se da en el marco de una serie de acciones que el gobierno estadounidense ha tomado en materia de seguridad y migración.
La noticia se conoce pocas horas antes de una reunión entre los presidentes Donald Trump y Nayib Bukele en Washington, centrada en temas de seguridad regional.
¿Quiénes son los migrantes deportados y por qué fueron enviados a El Salvador?
Los 10 migrantes deportados fueron señalados por el gobierno de EU de tener vínculos con las pandillas Mara Salvatrucha (MS-13), originaria de El Salvador, y el Tren de Aragua, una organización delictiva con presencia en Venezuela y otros países de América Latina.
Aunque Marco Rubio los calificó como miembros de “organizaciones terroristas internacionales”, hasta el momento no se han presentado pruebas públicas que respalden estas acusaciones. En marzo, Estados Unidos ya había deportado a más de 250 personas bajo acusaciones similares, algunas de las cuales fueron cuestionadas por organizaciones defensoras de derechos humanos.
El papel de la prisión Cecot en estas deportaciones
Los migrantes deportados fueron enviados directamente a la cárcel conocida como Cecot (Centro de Confinamiento del Terrorismo), ubicada en El Salvador. Esta prisión ha sido una pieza central en la estrategia del presidente Bukele contra las pandillas, y cuenta con capacidad para albergar hasta 40 mil personas.
A pesar de su tamaño e infraestructura, la Cecot ha sido señalada por grupos internacionales debido a las condiciones en las que permanecen los reclusos, así como por la falta de procesos judiciales claros para muchos de ellos.
¿Qué acuerdo existe entre los gobiernos de Trump y Bukele?
El presidente estadounidense Donald Trump ha elogiado públicamente a Nayib Bukele por aceptar a los migrantes deportados, incluso cuando algunos no son originarios de El Salvador. En declaraciones recientes, el secretario de Estado Marco Rubio calificó esta cooperación como
Un ejemplo para la seguridad y la prosperidad en el hemisferio.
La deportación de marzo se realizó bajo una antigua ley de “enemigos extranjeros”, vigente desde 1798, que ha sido criticada por su carácter anacrónico y por los posibles riesgos que representa para personas que no han enfrentado un juicio formal.
¿Qué riesgos enfrentan los migrantes deportados bajo estas acusaciones?
Ser señalado como miembro de una pandilla como MS-13 o el Tren de Aragua tiene consecuencias graves. En El Salvador, basta una acusación para ser trasladado a prisión, como ocurrió con Kilmar Ábrego García, quien fue deportado por error y enviado directamente a la cárcel sin un juicio previo.
Diversas organizaciones han alertado sobre detenciones arbitrarias y condiciones inhumanas dentro de centros como la Cecot, además del impacto que estas decisiones tienen en familias migrantes que buscaban asilo o mejores condiciones de vida.
La cooperación entre los gobiernos de EU y El Salvador ha generado preocupación entre defensores de derechos humanos. Mientras las autoridades estadounidenses insisten en que estas deportaciones son parte de su lucha contra el crimen organizado, organizaciones sociales señalan el riesgo de violaciones a derechos básicos y la falta de transparencia en los procesos.
La reunión entre Trump y Bukele, en este contexto, podría definir el rumbo de nuevas políticas migratorias conjuntas en el continente.
Con información de El Imparcial