Ciudad de México.- Después de un intenso trabajo en territorio y un diálogo permanente con Autoridades Tradicionales y comunidades pertenecientes al pueblo Yoreme-Mayo, asentadas en el estado de Sinaloa, este fin de semana se llevó a cabo la etapa consultiva del proceso de consulta indígena convocado por el Gobierno de México, a través de las secretarías de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Gobernación, Marina, el Instituto Nacional de Pueblos Indígenas, la Comisión Nacional del Agua, así como también el gobierno municipal de Ahome, sobre el proyecto “Planta de Amoniaco 2200 TMPD en Topolobampo, Sinaloa”.
Como resultado de la relación de confianza y respeto mutuo que se ha construido durante el Gobierno de la Cuarta Transformación con los pueblos y comunidades indígenas de México, este fin de semana, las dependencias federales fueron recibidas una vez más en los centros ceremoniales de las comunidades que participan en este proceso. Luego de llevarse a cabo la etapa “Informativa” durante el pasado 25 y 26 de junio, este 9 y 10 de julio se celebraron 13 Asambleas Generales Comunitarias para desahogar la “Etapa Consultiva” del proceso de Consulta Indígena.
Cada asamblea constituyó un espacio en el que más de 2 mil 400 integrantes del pueblo Yoreme-Mayo manifestaron en plena libertad su posicionamiento con relación al proyecto “Planta de Amoniaco 2200 TMPD en Topolobampo, Sinaloa”. Ahí, de manera directa, las dependencias federales y el gobierno municipal escucharon todo lo que las comunidades y sus Autoridades Tradicionales tenían que decir por el interés genuino que tienen de proteger el lugar en el que viven.
Este proceso, además de histórico y fundamentalmente legítimo, también ha sido respetuoso de los estándares internacionales en la materia.
Primordialmente este ejercicio es garante del derecho colectivo que tienen los pueblos y comunidades indígenas a ser consultados, mismo que se desarrolla en el marco del cumplimiento a las sentencias de la Suprema Corte de Justicia de la Nación que se pronuncian en ese sentido, pero también es una declaración firme que la Semarnat sostiene en los hechos, que las decisiones en materia ambiental se construyen siempre desde el territorio y con las comunidades.