Los Mochis, Sin.- Ana María Montoya es una enfermera del Hospital General que ha ejercido esta noble y bonita profesión por más de tres décadas.
Ana María reconoció que no se equivocó al escoger esta carrera, por que algo bueno de la enfermería es salvar vidas de muchas personas, calificando esta labor como una de las más bonitas.
“Es muy bonito, pues es lo que me ha gustado siempre, atender a los pacientes, dar lo mejor de nosotros; tengo 35 años de servicio”.
Ella es una enfermera pediatra, quien convive con niños día a día, e incluso la estima hacia los menores siempre existe.
Compartió que los mejores momentos que ha tenido son el ver cómo salen adelante los pacientes, aliviados, recuperados y sobre todo felices.
“Como yo soy enfermera pediatra, los niños cuando llegan prematuros, pesos bajos y que están un tiempo en el hospital y que se van sanos, es la satisfacción que nos queda”.
Pero no todo es miel sobre ojuelas en esta labor, porque así como hay momentos dulces, hay amargos y ese es cuando un bebé o niño pierde la batalla.
“Pues lo más triste es que no salgan, que no salgan bien”.
Ana expresó que su enfoque a la enfermería lo tenía desde niña, ya que jugaba a la enfermera con sus amigas, un sueño que logró forjar con una amplia trayectoria.
“Desde niña yo siempre dije que iba ser enfermera; hasta jugábamos al médico, a las enfermeras y mirábamos a los pacientes, según desde niña”.
Ella es Ana María Montoya, una enfermera ejemplar del Hospital General de Los Mochis, quien asegura que todavía tiene muchas ganas de seguir ayudando a la sociedad.
“¿Con las ganas todavía? Todavía, me gusta lo que hago”.