Estados Unidos.- Fiscales de Estados Unidos tienen testimonios y evidencias sobre cientos de actos criminales presuntamente cometidos por Rubén Oseguera-González, hijo del máximo líder del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El presunto criminal es conocido como “Menchito”, “Rojo”, “Ruso” y “El Niño”, fue detenido en México en julio de 2015 y extraditado a Estados Unidos en febrero de 2020.
Según documentos de una corte del distrito de Columbia, las pruebas consisten en testimonios de personas que cooperaron con el acusado. También hay comunicaciones “legalmente interceptadas” en las que Oseguera reveló su participación en tráfico de drogas, violencia y tráfico de armas, según documentos judiciales.
Supuestos crímenes
Estos testimonios se refieren a que el acusado se jactaba de haber matado a personas y mostraba a los demás fotografías de personas muertas.
Según los documentos, ordenó el asesinato de al menos 100 personas, incluyendo a varias ahogadas en una persona.
La Fiscalía dice tener pruebas de que ordenó a sus subordinados que derribaran un helicóptero de la Marina mexicana para que él y su padre pudieran escapar de un operativo.
Tienen testimonios de que participó en la tortura de dos hombres sospechosos de cooperar con las fuerzas del orden y mostró fotografías de sus cadáveres.
Los documentos dicen que “El Menchito” ordenó a agentes del orden que ayudaran con el transporte y la protección de drogas, dinero y miembros de cárteles dentro de México.
Los elementos apuntan que el acusado aprobó compras a un ruso con experiencia militar que proporcionaba entrenamiento al cartel.
Los abogados defensores han solicitado a lo largo de los meses que la fiscalía les dé copia de todas las pruebas contra su cliente, para preparar mejor el juicio.
Ahora, la defensa busca dejar fuera del juicio estos testimonios que, a su juicio, van más allá de la acusación original de tráfico de drogas.
Cabecilla
Según la investigación de la DEA, “El Menchito” llegó a tener una cantidad significativa de poder dentro del cartel, y en el momento de su arresto era un líder de alto rango del CJNG.
Se le señala por emplear a docenas “o más” personas para la fabricación y producción de metanfetamina, tráfico de cocaína; además de lavado de dinero, el tráfico de armas y actos de violencia, incluidos asesinatos y secuestros.
