Guasave, Sin.- La situación económica de las familias actualmente no les permite ni trabajando tanto el hombre como la mujer poder adquirir terreno para la construcción de una vivienda, así lo comentaron dos mujeres profesionistas que forman parte del grupo demandante de vivienda o terreno de la Coordinadora Municipal por la Defensa del Derecho Humano a la Vivienda,
En el caso de Clarizbeth Hernández, de tan solo 25 años de edad con su Licenciatura en Sociología Rural, sigue trabajando de jornalera, lo que la tiene viviendo al día y sin posibilidad de aspirar a un terreno o una vivienda propia; de hecho vive en casa de sus suegros con su esposo y sus tres hijos, así como su cuñado y su concuña.
“Soy jornalera agrícola, no tengo un salario fijo; el sueldo mínimo ustedes saben que está muy por debajo de lo que aseguran desde la Comisión de Salarios”.
Al respecto, Ana Carolina Rubio, Ingeniero Agrónomo, comentó que tanto su esposo como ella han buscado solares; sin embargo, los precios oscilan entre los 200 y 300 mil pesos; y buscando un crédito bancario pagan el doble, lo cual es imposible pagar.
Ambas están dentro del movimiento y contaron su historia, sin embargo, dejaron claro que como ellas hay muchas más familias enteras que viven en condiciones muy precarias.