Ciudad de México.- “No soy traficante”. Con esa frase, Julio César Chávez Jr. negó tajantemente cualquier presunto vínculo con el Cártel de Sinaloa y rechazó haber participado en actividades criminales, durante una entrevista concedida a TUDN. El boxeador mexicano, de 39 años, enfrenta actualmente un proceso legal en México, luego de su detención y posterior deportación desde Estados Unidos.
Durante la conversación, Chávez Jr. insistió en su inocencia y se deslindó de las acusaciones que lo relacionan con la delincuencia organizada, particularmente con la facción de Los Chapitos, liderada por los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
“Claro que lo soy (inocente), no soy traficante. En Culiacán todo mundo lo sabe, yo golpear gente para un cártel y esas cosas, no, no, yo no, gracias a Dios no he tenido la necesidad”, afirmó el púgil, al descartar cualquier tipo de colaboración con el crimen organizado.

“Estamos en manos de las autoridades”: afirma Chávez Jr.
Reconoció que, por su estilo de vida, a veces resulta difícil evitar el contacto con personas de distintos entornos, pero recalcó que nunca ha participado en actividades ilícitas:
“No soy una persona que ande con gente cuidándome, ando solo, y si me saludan pues no sé quiénes son. Si me toca saludar a alguien espero estar bien y que se porten bien conmigo y convivir, no voy a estar preguntando quién es quién”.
El proceso legal que enfrenta Chávez Jr. comenzó el 2 de julio de 2025, cuando fue detenido en California por una orden de captura emitida por la Fiscalía General de la República (FGR) de México.
Tras su arresto, el boxeador fue trasladado por tierra durante más de 30 horas, pasando por Arizona y Texas, antes de ser deportado el 25 de agosto a través de la Garita de Nogales, Sonora.
“Cuando me detuvieron en California me llevaron a una cárcel ahí que tenían como algo provisional a llenar el papeleo y yo me dije, ‘me van a deportar, pues estoy a dos horas de Tijuana, mándenme con mi papá’, y yo así de, ‘me hubieran dicho y me salgo solo, pero no’”, relató.
El boxeador describió el traslado como una travesía inesperada, que incluyó varios días en prisión y un vuelo esposado junto a otros detenidos.
“Fue un shock para mí, jamás me lo esperaba, pues, que me detuvieran, tenía visa y tenía todo. Me salí a pasear en el patín y en la segunda vuelta que di llegó la patrulla, y llegaron cinco, y yo de ‘tengo visa, esta es mi casa’, y me la cancelaron ese mismo día”, recordó.
El 23 de agosto, el juez Enrique Hernández Miranda, del Centro de Justicia Penal Federal de Hermosillo, Sonora, vinculó a proceso a Chávez Jr. por el delito de delincuencia organizada con fines de tráfico de armas, en la modalidad de introducción clandestina y fabricación de armamento, municiones, cartuchos y explosivos.
Por su parte, el juez determinó que el boxeador podría enfrentar el proceso en libertad, imponiéndole medidas cautelares como la prohibición de salir del país sin autorización judicial y la restricción de contacto con elementos de la Policía Federal Ministerial (PFM) y testigos involucrados en la investigación.

Luego de la audiencia inicial celebrada en el Centro de Justicia Penal Federal en Hermosillo, Sonora, el abogado de Chávez Jr., Rubén Fernando Benítez, explicó que la vinculación a proceso no implicaba culpabilidad y que la acusación se sostiene principalmente en conversaciones telefónicas de presuntos narcotraficantes y antecedentes migratorios sobre el boxeador.
“Eso es lo único que se logró hoy, continuar investigando por tres meses más, esto no quiere decir nada, al final de esos tres meses Fiscalía puede darse cuenta de que no hay elementos para sostener con éxito un juicio”, señaló el abogado el 24 de agosto.
A pesar de las restricciones legales, Chávez Jr. confirmó este lunes que puede continuar su carrera deportiva si cumple con las condiciones impuestas por el juez.
“Estoy vinculado a proceso… estamos en manos de las autoridades. A mí se me dijo que tenía que firmar cada mes y que podía salir del país o boxear, siempre y cuando contara con un permiso y lo hiciera de buena manera”, explicó el boxeador.
En el pasado, la defensa confirmó esta versión y detalló que no existen limitaciones sobre su lugar de residencia dentro de México, y que puede salir del país para pelear si justifica el motivo ante las autoridades y obtiene la autorización correspondiente.
“Se me permite salir del país y pelear, siempre y cuando lo solicite de la forma correcta”, añadió Chávez Jr., quien dejó abierta la posibilidad de un regreso al boxeo.

La defensa de Chávez Jr. sostuvo, al salir de la audiencia inicial, que la acusación es endeble y que la pena máxima, en caso de que se presenten pruebas plenas, sería de entre cuatro y ocho años de prisión, aunque recalca que el delito imputado es considerado de los menos graves dentro de la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada.
El abogado Benítez insistió en que la resolución judicial no representa un adelanto de culpabilidad y que el proceso de investigación continuará durante tres meses, periodo en el que la Fiscalía deberá reunir pruebas suficientes para sostener el caso.
En el plano personal, Chávez Jr. reconoció que ha atravesado momentos difíciles y que su vida ha estado marcada por problemas personales.
“Tuve muchos problemas personales. No lo quiero decir así, pero me volví loco por un momento e hice muchas cosas… y, a pesar de eso, nada malo”, admitió el boxeador, quien ahora busca retomar el control de su carrera y su vida.
El equipo legal de Chávez Jr. remarcó que el boxeador está decidido a enfrentar el proceso hasta el final, con el objetivo de disipar cualquier duda sobre su inocencia y dejar atrás las especulaciones que rodean su caso.
Con información de Infobae