Ciudad de México.- La discusión sobre el derecho a decidir cómo y cuándo morir volvió a cobrar fuerza en México a partir del testimonio de Samara Martínez, una paciente terminal de 30 años que documenta su vida diaria en TikTok y que hoy encabeza una campaña para que la eutanasia sea reconocida como un derecho.
Su caso reabrió preguntas clave para miles de personas: ¿qué es exactamente la eutanasia?, ¿es legal en México?, ¿qué opciones existen para una muerte digna?, ¿qué dice la ley y qué no?
La información presentada en este texto se basa en datos de la Comisión Nacional de Bioética, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la legislación vigente y posturas académicas de la UNAM.
¿Qué es la eutanasia y cómo se define en términos médicos?
La Comisión Nacional de Bioética, órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud, define la eutanasia como “el acto o procedimiento por parte de un médico para producir la muerte de un paciente, sin dolor, y a petición de éste, para terminar con su sufrimiento”.
Se trata de una intervención directa del personal de salud para provocar la muerte, siempre bajo solicitud expresa del paciente y en contextos de enfermedad grave o terminal.
Actualmente, la eutanasia solo es legal en nueve países: Ecuador, Países Bajos, Bélgica, Luxemburgo, Canadá, Colombia, España, Nueva Zelanda y Portugal.
En México, esta práctica no está permitida por la ley.
El caso de Samara Martínez y el origen de la discusión pública
Samara Martínez es una paciente terminal mexicana que depende de un tratamiento de diálisis durante al menos 10 horas al día para seguir con vida. Desde su habitación, compartió con sus casi 418 mil seguidores una pregunta que detonó el debate:
¿Por qué en vez de estar buscando la eutanasia no solo me desconecto de mi máquina y ya?“, se cuestiono, según el Heraldo de México.
Con ese mensaje, Samara explicó que no busca abandonar la atención médica de forma improvisada, sino que se reconozca legalmente su derecho a decidir una muerte sin sufrimiento.
Desde entonces, su caso se convirtió en una referencia para hablar de eutanasia, autonomía corporal y límites del tratamiento médico en México.
¿De qué mueren los mexicanos y por qué esto importa en el debate?
De acuerdo con cifras del INEGI, 9 de cada 10 personas en México fallecen por enfermedades o problemas relacionados con la salud. Las cinco principales causas de muerte a nivel nacional son:
- Enfermedades del corazón
- Diabetes mellitus
- Tumores malignos
- Enfermedades del hígado
- Accidentes
Algunos padecimientos, como los tumores malignos o las enfermedades hepáticas en fase terminal, suelen estar en el centro de las solicitudes de eutanasia en los países donde es legal. En México, estos casos solo pueden abordarse bajo esquemas de cuidados paliativos y voluntad anticipada.
¿La eutanasia es legal en México?
No. La eutanasia no es legal en México. La legislación vigente prohíbe que el personal de salud provoque de manera directa la muerte de un paciente, incluso si este lo solicita.
Lo que sí existe es la Ley de Voluntad Anticipada, un marco legal distinto que suele confundirse con la eutanasia, pero que no implica provocar la muerte.
¿Qué es la Ley de Voluntad Anticipada y qué permite?
La Ley de Voluntad Anticipada nació en la Ciudad de México y hoy se aplica en varias entidades del país. La norma establece que una persona puede decidir si desea o no recibir tratamientos médicos que prolonguen su vida cuando se encuentre en etapa terminal.
La ley define este derecho como “la decisión que toma una persona de ser sometida o no a medios, tratamientos o procedimientos médicos que pretendan prolongar su vida cuando se encuentre en etapa terminal”
El Artículo 1 señala que se aplica “cuando por razones médicas sea imposible mantener la vida de forma natural, protegiendo en todo momento la dignidad de la persona”.
La propia ley aclara que no se trata de eutanasia. Mientras la eutanasia implica provocar la muerte, la voluntad anticipada regula la ortotanasia, es decir, permitir que la muerte ocurra sin intervenciones médicas desproporcionadas.
¿En qué estados se puede tramitar la Voluntad Anticipada?
Actualmente, la Ley de Voluntad Anticipada tiene aplicación legal en: Ciudad de México, Coahuila, Aguascalientes, San Luis Potosí, Michoacán, Hidalgo, Guanajuato, Guerrero, Nayarit, Estado de México, Colima, Oaxaca, Yucatán y Tlaxcala.
En estas entidades, el documento puede elaborarse ante notario público y debe ser respetado por el personal de salud.
¿Quiénes solicitan más la Voluntad Anticipada en México?
Datos del Gobierno de México muestran que las mujeres, las personas solteras y los adultos mayores son quienes más solicitan este derecho.
El 60% de las solicitudes corresponde a personas de entre 61 y 80 años. El 64% de quienes firman una voluntad anticipada son mujeres.
¿Cómo se tramita la Voluntad Anticipada paso a paso?
Para elaborar una Voluntad Anticipada se requiere:
- Ser mayor de edad
- Estar en pleno uso de las facultades mentales
- Acudir ante un notario público
- Designar un representante y un representante sustituto
- Firmar ante dos testigos
- Presentar identificaciones oficiales vigentes
- Cubrir el costo del trámite
Una vez firmado el documento, el paciente o su representante debe solicitar al personal de salud que se respeten las disposiciones establecidas.
¿Cuáles son las principales polémicas alrededor de la eutanasia?
La eutanasia genera debates éticos, médicos, legales y religiosos. Para algunos sectores, representa un derecho individual. Para otros, un riesgo de abuso o presión sobre personas vulnerables.
Asunción Álvarez del Río, profesora e investigadora de la Facultad de Medicina de la UNAM, ha señalado que la eutanasia “es un derecho, no es obligación, no se tiene que pedir si no se quiere; pero no se puede imponer a los demás que no la pidan”, según declaraciones recogidas por la Gaceta de la UNAM.
Samara Martínez y el argumento central de su lucha
Samara sostiene que su iniciativa es distinta a las anteriores porque está encabezada por una paciente. Para ella, el debate no se centra en rendirse, sino en decidir.
“Porque no quiero sufrir y quiero morir dignamente”, afirmó. “Es por mí y es por el respeto que le tengo a mi cuerpo y por lo mucho que me amo. De ahí también viene esta causa”, agregó.
Ante quienes rechazan la eutanasia, Samara ha sido clara: “Nadie me puede obligar” a seguir con tratamientos médicos.
«No es que me rendí, simplemente, he desbloqueado esa parte de entender que la muerte no es enemiga, que no es dolor. Que la muerte es hermana, es amiga y se abraza», concluyó.
