Ciudad de México.- Mientras el vagón en el que viajaba se empezó a llenar de humo, María Luisa López no pudo hacer más que encomendarse a Dios. “Yo la verdad pensé, pues ya nos morimos aquí porque no sabíamos si se iba a prender o algo” recordó.
Se trató de una hora de estrés continuo, donde otros pasajeros trataban de bajar a toda costa del tren, varios rezaban ante la impotencia y otros intentaban calmar la situación, ayudando a los lesionados.
Me desesperé mucho. Y más porque oyes a la gente gritar y no sabes que va a pasar. Si no te moriste por el impacto, por la gente que sale corriendo y que se acelera”.
La joven asegura que personal del Metro le señaló a los afectados que no descendieran del vagón debido al riesgo de ser electrocutado por la vías.
Tras la situación de estrés, a María le empezó a doler la espalda al punto de dejarla inmovilizada. Fue trasladada al hospital Magdalena de las Salinas en ambulancia junto con otro de los heridos que, tras el impacto, sus pies quedaron “deshechos” describe ella.
Ella clamaba que los pies le quemaban. “De por sí una ya va estresada y luego ve a los demás que están peor que tú, es algo difícil” comentó María.
Ya fue dada de alta
Fue atendida por más de tres horas por personal del Instituto Mexicano del Seguro Social antes de ser dada de alta bajo el diagnóstico de lumbalgia.
Solamente le recetaron paracetamol para el dolor. “Yo creo que hay mucha tecnología como para que siga pasando esto, yo sé que no es la primera vez. Hoy nos tocó a nosotros y espero que pongan un poco más de atención en el metro y en sus conductores para que no pase esto” opinó María Luisa.
Con información de El Imparcial


