Culiacán, Sin.- A comparación de otros niños que piden festejar su cumpleaños en una alberca o pizzería, Joel Humberto, celebró su cumpleaños número 9 en el comedor comunitario de la parroquia de Nuestra Señora del Carmen junto a personas en condición de calle.
El noble niño, quien desde que inició la pandemia realiza servicio social junto con su padre en este comedor, atendió a lo grande a sus principales invitados: mujeres y hombres indigentes que acuden todos los días a este sitio en busca de un poco de comida.
Mientras algunas señoras servían la barbacoa y los frijoles puercos, Joel acomodaba los platos sobre una mesa para entregarles la comida a las personas.
Para señores como don Ramón quien hoy acudió como de costumbre por su comida al mediodía, le pareció extraño el ambiente de fiesta que se vivía en el comedor comunitario, pero al conocer el motivo, se iluminó su rostro de felicidad y agradeció a Joel por compartir con ellos su comida y pastel.
El padre del menor, Miguel David Zamorano Zepeda, contó que desde que inició la pandemia él y su hijo apoyan en este comedor comunitario durante las mañanas y tardes, en diversas actividades como acomodo de platillos y organización de las personas que acuden por alimentos a este lugar.
Con lágrimas en los ojos el señor Miguel narró que fue su hijo quien lo motivó a hacer esta tarea, pues lo veía prácticamente perdido al ser víctima de la drogadicción y el alcoholismo.
“Yo le pedí con muchas fuerzas a la virgencita y a Dios que me ayudara, que mi papá dejara las drogas y la tomadera y me lo cumplió”, dijo con orgullo el pequeño de 9 años.
La mamá de este pequeño, la señora Sira Mariscal Chávez se encuentra sorprendida con la nobleza de su hijo y su madurez a su corta edad, pues todos los días se levanta temprano para apoyar a las personas que menos tienen y a la vez ayuda a su papá a salir adelante en sus adicciones.
En reconocimiento por la gran labor que realiza este pequeño el padre Miguel Ángel Soto Gaxiola junto con las mujeres que apoyan en este comedor comunitario reunieron recursos y rentaron un brincolín. Una empresa donó un pastel para el festejo y se preparó una deliciosa comida.