Sinaloa de Leyva.- Entre lágrimas y dolor de desconsuelo, se dio el último adiós a la exalcaldesa María Beatriz León Rubio durante una misa de cuerpo presente que inició en punto de las nueve de la mañana en la parroquia de San Felipe y Santiago, en el municipio de Sinaloa, donde el sacerdote Alberto Acosta, quien también era muy cercano a la expresidenta municipal y su familia, en su mensaje deseó a los dolientes que Dios los conforte y les conceda pronta resignación, y manifestó que todo lo bueno que hizo por la gente permanezca siempre en sus corazones.
“Todo lo que hizo no únicamente por la familia sino también por la gente; que el señor los conforte y les conceda mucha bendiciones particularmente hoy en nuestros corazones mantengamos todo lo bueno”.
“…todo lo que ella nos enseñó y que hoy para nosotros es un tesoro invaluable, que vamos a preservar siempre en nuestros corazones y en nuestras vidas; que descanse en paz.
Durante la misa donde estuvieron presentes el pueblo sinaloíta, amigos, compañeros políticos, líderes agrícolas, exalcaldes, el presidente municipal Rolando Mercado, funcionarios y regidores para acompañar a la familia, el sacerdote pidió un aplauso de despedida para quien marcara un precedente histórico como la primera y única presidenta municipal en Sinaloa de Leyva.
Al término de la misa salió el cuerpo de María Leon en un féretro de madera obscuro, escoltado por su familia, entre lágrimas de dolor por la pérdida repentina e irreparable.
Posteriormente, los restos de la exalcaldesa recorrieron por última vez sus corrales en la comunidad de El Opochi, y finalmente fue sepultada en el panteón de Cubiri de Portelas, donde se encuentran los restos de su esposo Benito Castro.
Se dijo que la familia no quiso que se llevara a cabo un homenaje de cuerpo presente en el Ayuntamiento, además se cumplió la última voluntad de la exalcaldesa de no ser velada por mucho tiempo.