Durante la madrugada del pasado domingo 2 de agosto, tres sicarios del Cártel de Santa Rosa de Lima intentaron evitar que elementos de la Agencia de Investigación Criminal (AIC) arrestaran a su líder Juan Antonio Yépez Ortiz, mejor conocido como “El Marro“.
Luego de un operativo de seis horas que montaron las autoridades alrededor de la finca y en la carretera Juventino Rosas-Celaya, alrededor de 20 agentes de la AIC lograron entrar al inmueble donde pasó sus últimas horas en libertad “El Marro”.
De acuerdo con el periodista Héctor de Mauleón, la finca donde capturaron al líder criminal era mucho más modesta que “La Casa de las siete albercas” donde vivía hace unos meses, cuando obtenía hasta 30 millones de pesos al día por el robo de combustible.
En la finca sólo había una caballeriza, algunas jaulas con gallos de pelea, una camioneta, dos motos y dos cuartos de ladrillo con muebles rústicos, una televisión y retratos de familia en las paredes.
Para entrar al inmueble, los agentes sólo rompieron una cadena que “protegía” la reja principal y en un segundo portón, un hombre armado lanzó un disparo, pero los uniformados repelieron el ataque y lo dejaron lesionado.
Mientras tanto, Yépez Ortiz intentó darse a la fuga junto su jefe de seguridad, Raúl Alberto “N”, alias “El Diente”, quien al ver que su líder iba a ser capturado, dejó que brincara la barda, mientras él distraía a los agentes.
“Vimos a varios hombres corriendo hacia el fondo, tres se retrasaron para servirle al Marro de muro, pero no pudieron hacer nada. Mientras algunos de nosotros los sometían, otros fuimos por los otros dos. Al “Diente” lo agarramos antes de que saltara hacia el baldío de junto; al Marro, cuando acababa de brincar”, relató uno de los agentes.
Finalmente, “El Marro” fue capturado, y con ira y frustración en el rostro, lo primero que preguntó fue quién lo había vendido, “como que no podía creer lo que estaba ocurriendo”, añadió el uniformado.