Ciudad de México.- El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo para muchas enfermedades, tanto respiratorias como sistémicas, además de ser preponderante en las complicaciones que presentan algunos pacientes diagnosticados con COVID-19, informó el neumólogo adscrito a la Unidad de Medicina Familiar con Unidad Médica de Atención Ambulatoria (UMF/UMAA) No. 55, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Culiacán, Manuel de Jesús Díaz Verduzco.
En el marco del Día Mundial Sin Tabaco, que se conmemora este 31 de mayo, el especialista informó que los pulmones de los pacientes fumadores son un terreno fértil para el desarrollo de la infección por coronavirus, ya que se encuentran disminuidos en su capacidad de combatir los efectos nocivos que éste ocasiona.
“Cuando una persona se infecta de COVID, el virus entra por la vía respiratoria, y a una vía aérea que ya está dañada, a unos bronquios que ya están parcialmente obstruidos, y a unos alveolos que ya están parcialmente destruidos. Por lo tanto los mecanismos de defensa del pulmón no están en óptimas condiciones, los reflejos inmunológicos no están en su máxima capacidad”, señaló el médico especialista.
Asimismo, indicó que el hecho de que un paciente diagnosticado con COVID sea fumador, es un factor de mal pronóstico para su evolución ante la enfermedad, e hizo hincapié en que el consumo de tabaco ocasiona múltiples consecuencias al organismo humano.
“Cuando hablamos de tabaquismo, hablamos de consecuencias sistémicas de esta adicción. El tabaco afecta a los pulmones, pero las miles de sustancias que contiene el humo del cigarro se diseminan por el torrente circulatorio y van dañando todos los tejidos, principalmente los bronquios y los alveolos”, comentó Díaz Verduzco.
Señaló que las sustancias nocivas generadas por la combustión del cigarro afectan órganos, como el páncreas, y favorecen el desarrollo de osteoporosis y cáncer, no solamente de pulmón, sino de próstata, lengua, laringe, entre otros.
“Son alrededor de cuatro mil sustancias químicas nocivas que contienen los cigarrillos, muchas de ellas llegan al torrente sanguíneo y dañan los distintos sistemas de los que está compuesto el cuerpo humano, teniendo consecuencias, en muchas ocasiones fatales. Esas sustancias hacen que muchas células muten y deriven en cáncer”, indicó el neumólogo.
El tabaquismo es factor de riesgo para el desarrollo de diabetes; osteoporosis; acelera la obstrucción arterial, que puede derivar en infartos o eventos cerebro vasculares; trombosis, enfermedades retinianas, entre otras.
Manuel de Jesús Díaz Verduzco informó que el IMSS cuenta con distintos tratamientos y terapias para dejar de fumar, sin embargo, recalcó, lo más importante es que el paciente tenga la firme convicción de combatir su adicción al tabaco.
“Cuando tenemos un fumador que está convencido de dejar el cigarro, nos ayuda muchísimo. Nosotros tenemos terapias psicológicas, rehabilitación pulmonar y tratamientos farmacológicos para reducir la ansiedad, pero lo más importante es la voluntad del paciente”, indicó el médico neumólogo.
Finalmente, el especialista invitó a los derechohabientes que deseen dejar de fumar acercarse al IMSS, donde recibirán todo el soporte de un equipo multidisciplinario para ayudarles a combatir su adicción y mejorar su salud.