Nueva York.- El proceso de selección del jurado en el caso del exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna se prolongará hasta por lo menos el jueves y por lo tanto el inicio de la presentación de los argumentos de apertura de los fiscales federales y los abogados defensores en el juicio del funcionario mexicano de mayor rango en Estados Unidos.
A lo largo del día en una sala del Tribunal Federal del Distrito del Este de Nueva York, la juez magistrada Peggy Kuo interrogó a 64 potenciales integrantes del jurado junto con el equipo de fiscales federales y los abogados defensores encabezados por César de Castro y Florian Meisel, quienes eliminaron a un total de 29 de estos candidatos.
El miércoles este proceso de selección continuará a lo largo del día, y la juez Kuo informó se realizarán estos interrogatorios a otros potenciales integrantes del jurado, y que los por ahora 35 que no fueron eliminados hoy retornarán el jueves para lo que se espera será la fase final de la selección -proceso que podría prolongarse hasta el viernes. Por ello, todo apunta hacia el inicio del juicio con el debate entre las partes hasta el próximo lunes ante el juez federal Brian Cogan, aunque aun no se descarta la posibilidad de que arranque el jueves.
La identidad de los 18 integrantes eventuales del jurado será mantenida en el anonimato y serán parcialmente aislados, y transportados al tribunal bajo protección de alguaciles federales todos los días.
El exsecretario de Seguridad Pública de México llegó vestido de civil cambiando su uniforme de reo por un traje azul marino y una corbata gris antes de entrar a la sala del tribunal donde será enjuiciado. Tomó asiento al lado de su equipo de abogados y sus asistentes y escuchó durante horas el interrogatorio a los candidatos a conformar el panel que al final tendrá la responsabilidad de emitir el veredicto que decidirá el destino judicial final del ex supremo policía mexicano.
Uno por uno los candidatos al jurado fueron llamados para entrar a la sala del tribunal para ser interrogados por la juez Kuo junto con los fiscales y los abogados de defensa. Fueron identificados solo por un número para no revelar sus identidades.
Algunos eran de clase trabajadora -una enfermera, un cerrajero, secretarias- otros comentaban que trabajaban en equipos ejecutivos de empresas internacionales. Muchos subrayaron que sería un sacrificio participar en este proceso por problemas y deberes en sus familias o trabajos. También había dificultades mucho menos graves: una dijo que tenía programado un viaje por crucero que no podía cancelar durante este juicio; otra que había comprado boleto para ir carnaval en Nueva Orleans.
Más interesante eran los posibles prejuicios que confesaban algunos por opinar que la guerra contra las drogas es un fracaso y, como dijo uno, “ha sido utilizada históricamente para subyugar a una cierta clase de gente”, otra opinando que “destruye las vida de las comunidades afroestadunidenses y latinas”, y otro mas afirmando que “Estados Unidos es en parte responsable del narco”.
Algunos opinaban que las drogas deberían de ser legalizadas, sobre todo la mariguana, y otros que se oponían, con una quejándose de que “no me gusta tener que oler el humo de la mariguana por todo mi barrio”.
Otros expresaron preocupación por participar en el jurado en un caso como este. “Soy una maestra… me puse nerviosa cuando leí la sinopsis de este caso. Estoy muy ansiosa. Lo que vi de lo que hizo la gente involucrada, es muy alarmante” (ella fue eliminada del grupo de candidatos potenciales). Otra confesó que se sentiría intimidada al estar en la misma sala con un acusado de delitos vinculados con un cártel de drogas, y se sorprendió cuando la juez le informó que “estás en la misma sala con esa persona”.
Algunos informaron que sabían algo del caso, casi siempre por noticias relacionadas con El Chapo, que habían visto en las noticias, o con uno divulgando que había visto algunos de los capítulos de la serie de Narcos: México en Netflix y “creo que está basado en eventos reales”. Otros preguntaron por qué “la corrupción en otro país es asunto nuestro”.
Los fiscales estaban particularmente preocupados por los candidatos que expresaron que les sería difícil concluir que el acusado era culpable con base sólo en las declaraciones de algún ex narcotraficante que es testigo cooperante de la fiscalía a cambio de una reducción de condena u otro acuerdo. La fiscal Erin Reid repitió que este juicio depende justo del testimonio que ofrecerán los testigos cooperantes.
Este proceso y sus revelaciones sociológicas, políticas, legales de los candidatos continuará durante los próximos dos días y hasta que 18 de estos ciudadanos sean seleccionados para aceptar la responsabilidad de determinar si el acusado es culpable o no de los delitos que se le imputan.
García Luna fue arrestado en Dallas en diciembre de 2019 y trasladado al Centro de Detención de Brooklyn donde ha permanecido en espera de este juicio que se anticipa durara dos meses, y todos los días será trasladado por alguaciles federales de su celda al tribunal.
El ex secretario enfrenta una condena máxima de cadena perpetua y una mínima de 20 años de prisión al enfrentar cinco cargos criminales federales, cuatro por participar en una conspiración para traficar cocaína y una por hacer declaraciones falsas ante autoridades estadunidenses.
Con información de La Jornada