Ciudad de México.- El presidente Andrés Manuel López Obrador subestimó esta mañana los reportes periodísticos del New York Times que revela reuniones del subsecretario de Gobernación para Derechos Humanos, Alejandro Encinas, y un implicado en el proceso judicial de la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
Lo importante es saber dónde están los muchachos, “se ha ido avanzando, había una especie de pacto, de silencio, porque se cometió un error desde el inicio de parte del Estado, en vez de informar lo que había sucedido y castigar a los responsables, se optó por ocultar la verdad, y por fabricar una gran mentira sobre la desaparición de los jóvenes”.
López Obrador dijo así que se dio por concluida la investigación a partir de que los jóvenes habían sido asesinados y quemados en un basurero, los padres de los muchachos no aceptaron esa versión, contaron con el apoyo de expertos, y quedó de manifiesto que no fue cierto el que hayan asesinado y quemado en un basurero a los jóvenes.
“Eso está comprobado porque algunos restos, pocos que han sido analizados científicamente demuestran que hubieron jóvenes que fueron depositados sus restos en otras partes, lo del basurero fue una invención”, sostuvo.
Se ha iniciado desde el principio, ha habido reuniones con los padres, se ha hecho una investigación a fondo, muchas entrevistas con detenidos, con gente que presuntamente participó, con autoridades, búsquedas, muchas, y poco a poco se ha ido rompiendo el llamado pacto del silencio.
“El último reporte de la Comisión ya es más sólido en cuanto a lo sucedido, ya hay más coincidencia de lo que pasó. Claramente en el informe se señala a los responsables, y por eso se procedió a la detención de algunas personas, entre ellos servidores públicos, tanto civiles como militares”, dijo.
A partir de esta decisión se exacerbaron las cosas porque nunca imaginaron que llegaríamos hasta donde llegamos.
“Si hubiese ganado Meade o Anaya, le hubieran dado carpetazo”, sentenció el Presidente al referirse a sus adversarios políticos, el priista José Antonio Meade y el panista Ricardo Anaya, ambos ex candidatos presidenciales.
Ahorita el principal planteamiento es saber dónde están los jóvenes.
No estamos subordinados a nadie, nuestro único amo es el pueblo de México. Acerca de que no habrá impunidad, eso ya es un hecho, lo más complicado es encontrar a los muchachos.
En el informe reciente se informa cómo se actuó contra los muchachos, y ya se fincan responsabilidades. La investigación sigue abierta porque inmediatamente surgió la sospecha de cómo es que en el informe se habla de 30 involucrados, y se cancelan 80 órdenes de aprehensión.
“Yo sostengo, aquí lo he dicho, que quisieron dinamitarnos la investigación para que no se actuara”, dijo.
Por eso sin tomar en cuenta el informe le agregaron a más responsables pensando que con eso ya no íbamos a tomar más decisiones, que si en vez de 6 militares eran 20, pues ya no íbamos a poder actuar.
Y si en vez de los que estaban aparecían otros –no estoy diciendo que eran inocentes y que ya se exoneró—“sencillamente no estaban en el informe. La instrucción es que vamos a que si existen pruebas contra estas persona que aparecen en el informe, se actúe”.
Se decidió actuar como se hizo, y esto les molestó a muchos porque aquí no sólo están involucrados los autores materiales e intelectuales, aquí están también muchos que avalaron la actuación de las autoridades, que mintieron.
Por eso llega hasta el New York Times, y se pone en duda la actuación, o se quiere poner en duda, de Alejandro Encinas, “que para nosotros es un servidor público ejemplar, a quien le tenemos toda la confianza”.