El Fuerte, Sin.- El 20 de abril del 2022, Itzel, una joven de 20 años dedicada al estilismo, salió de su casa en Chinobampo, El Fuerte, para ir a trabajar en la estética “Fabiola”, ubicada en el centro del Pueblo Mágico. Lo que no sabía era que ese sería el último día de su vida.
Al llegar al local, dejó sus pertenencias y salió a colocar el anuncio. Al hacerlo, saludó a Hueman Fernando “N”, un vecino que vivía en la casa contigua a la estética. Él la invitó a pasar a su domicilio y ella accedió confiada.
Dentro de la casa, Hueman, molesto
por un desaire en su declaración de amor, la golpeó varias veces en la cabeza con un martillo hasta matarla. Luego, arrastró su cuerpo hasta una construcción abandonada en el patio trasero y lo semienterró.
Mientras tanto, sus familiares y amigos se preocuparon por su ausencia y empezaron a buscarla por el centro de la ciudad. Gracias a los testimonios de algunas personas que la vieron entrar a la casa de Hueman, lograron dar con el lugar donde se encontraba su cadáver.
La policía llegó al sitio y detuvo al presunto feminicida, quien no mostró arrepentimiento por su crimen.
El caso causó conmoción e indignación por la violencia ejercida contra Itzel, una mujer trabajadora y querida por su comunidad. Esa misma noche, cientos de personas marcharon por las calles del Fuerte para exigir justicia y poner fin a la violencia de género.
También colocaron globos y velas en la estética donde trabajaba Itzel en su memoria.
A un año del feminicidio, la Fiscalía General del Estado informó que arregló que Hueman Fernando “N” sea sentenciado a 34 años de prisión por los delitos de feminicidio y desaparición de personas. Además, deberá pagar una multa y una reparación del daño a los familiares de Itzel.
Sin embargo, para los allegados de Itzel, ninguna pena es suficiente para reparar el dolor y la pérdida que les causó el asesinato de su ser querido. Ellos siguen exigiendo que se haga justicia y que se prevengan más casos como el de Itzel, una joven que tenía toda una vida por delante y que fue arrebatada por la violencia de género.
