Culiacán, Sin.– El presidente de la Confederación de Asociaciones Agrícolas del Estado de Sinaloa (CAADES), Jesús Rojo Plascencia, advirtió sobre la crítica situación que enfrentan actualmente los productores de maíz en la entidad, y urgió la intervención del Gobierno Federal para establecer un ordenamiento en el mercado que evite prácticas especulativas por parte de los compradores.
Rojo Plascencia explicó que los agricultores sinaloenses atraviesan una de las peores crisis de los últimos años, provocada por una combinación de factores adversos: una severa sequía, altos costos de producción, bajos rendimientos a causa del estrés hídrico, y la falta de regulación en el mercado del maíz.
“El problema es grave. Ya se han generalizado las trillas en el estado y estimamos que el avance de la cosecha se encuentra entre el 15 y 20 por ciento. A pesar de que la oferta de maíz es muy limitada —alrededor de una tercera parte de lo que normalmente se produce—, los compradores están actuando de forma especulativa para presionar los precios a la baja”, denunció.
El líder agrícola señaló que, dadas las actuales condiciones del mercado, el precio del maíz blanco podría alcanzar alrededor de 6 mil 500 pesos por tonelada.
Sin embargo, aseguró que algunos compradores han utilizado como argumento la importación de maíces blancos para forzar una baja en los precios, sin que ello refleje la realidad del abasto.
“Se ha exagerado mucho con las importaciones de maíz blanco. Los volúmenes no son suficientes para cubrir el déficit nacional, además de que son más caros, transgénicos y menos aceptados por el consumidor mexicano”, apuntó.
Rojo Plascencia aclaró que los precios que exigen los productores no tendrían por qué impactar el costo final de la tortilla, ya que los precios del grano fueron absorbidos por la cadena hace un par de años.
Por ello, consideró injustificado cualquier aumento en el precio del alimento básico.
Frente a este panorama, reiteró la necesidad de que el Gobierno Federal intervenga para evitar distorsiones en el mercado y garantizar precios justos que reflejen la calidad del maíz sinaloense.
“Somos alrededor de 25 mil productores frente a unos cuantos compradores, lo que crea condiciones para manipular el mercado. Se requiere una acción decidida del gobierno para equilibrar la cadena sin afectar al consumidor”, concluyó.
