Estados Unidos.- Dos astronautas de la NASA comenzaron el jueves una caminata espacial para reemplazar una antena defectuosa en la Estación Espacial Internacional (EEI), enfrentándose a lo que la NASA llamó un riesgo levemente mayor debido a escombros orbitales dejados por una prueba de misiles rusos hace semanas.
Los astronautas Thomas Marshburn y Kayla Barron salieron de una esclusa de aire del laboratorio de investigación, que orbita a unos 400 kilómetros sobre la Tierra, a las 1210 GMT para comenzar la caminata espacial que está previsto que dure unas 6 horas y media.
“El sol está saliendo y estarán sobre Sudamérica en un par de minutos”, dijo el control de misión a los astronautas cuando salieron de la esclusa de aire.
El inicio de la “actividad extravehicular” (EVA) siguió a un retraso de 48 horas provocado por una alerta de escombros orbitales, que la NASA luego consideró intrascendente. Se cree que sería el primer aplazamiento de este tipo en más de dos décadas de historia de la estación espacial.
La salida del jueves es la quinta caminata espacial para Marshburn, de 61 años, médico y excirujano de vuelo con dos viajes anteriores a la órbita, y la primera para Barron, de 34 años, oficial de submarinos de la Marina de Estados Unidos e ingeniera nuclear en su primer vuelo espacial para la NASA.
Su objetivo es quitar un conjunto defectuoso de antena de comunicaciones de radio de banda S, que ahora tiene más de 20 años, y reemplazarlo por uno de repuesto guardado fuera de la estación espacial.
La estación está equipada con otras antenas que pueden realizar las mismas funciones, pero levanar un sistema de reemplazo asegura un nivel ideal de redundancia de comunicaciones, dijo la NASA.
Marshburn trabajará con Barron mientras esté ubicado en el extremo de un brazo robótico operado desde el interior de la estación por el astronauta alemán Matthias Maurer de la Agencia Espacial Europea, con la ayuda de su compañero de tripulación de la NASA Raja Chari.
Los cuatro llegaron a la estación espacial el 11 de noviembre en una cápsula Crew Dragon de SpaceX lanzada desde el Centro Espacial Kennedy en Florida, uniéndose a dos cosmonautas rusos y un astronauta de la NASA, Mark Vande Hei, que ya estaban a bordo del puesto de avanzada orbital.
Cuatro días después, una prueba de misiles antisatelitales realizada sin aviso previo por Rusia generó un campo de escombros en la órbita terrestre baja, lo que obligó a los siete miembros de la tripulación de la EEI a refugiarse en sus naves de transporte hasta que pasara el peligro inmediato, para permitir una huída rápida, dijo la NASA.