El revés a la reforma eléctrica del Andrés Manuel López Obrador sirvió para que el panorama no empeorara, ya que aún existen riesgos por la visión nacionalista del gobierno, sin embargo, podría ser la mayor derrota política del presidente y un elemento que confianza que ayude a México a atraer las inversiones que migrarán de Asia al América del Norte, coincidieron expertos.
Aunque no se aprobó la reforma, el panorama mantiene incertidumbre, tanto para la Comisión Federal de Electricidad (CFE) como para el sector en general, pues aún no hay soluciones para los diversos problemas que existen, de acuerdo con especialistas.
Lo que debería seguir son acciones para una CFE más sostenible y un mejor Sistema Eléctrico Nacional (SEN), pero lo que se ve, es que el gobierno va a profundizar y a mantener las trabas para los actores privados.
Aunque el gobierno se anote como un triunfo que la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) no haya declarado inconstitucional la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica (LIE), no le garantiza nada, y solo está dejando una gran judicialización en el sector que deberá resolver la Corte caso por caso.
Al gobierno solo le ha quedado una reforma a la Ley Minera para que el litio sea patrimonio de la Nación, y su exploración y aprovechamiento se reserve al Estado, pero ya nada en concreto para el sector eléctrico, en donde tendrá que ver qué hace con la CFE.
“Qué bueno que la reforma fue desechada, pero los problemas del sector no fueron resueltos, (…) no se ha logrado una propuesta alterna de cambios necesarios”, comenta Mariana Campos, coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de México Evalúa.
La especialista apunta que desde luego, la reforma de AMLO planteaba una propuesta inviable para el desarrollo de México, que terminaba saliendo mucho más cara, pero eso no significa que no se deba pensar en qué hacer con la CFE. ¿Cómo podemos fortalecerla, cómo podemos reenfocar su negocio?.
La CFE casi no ha invertido en innovación tecnológica y ha dedicado mucho de su presupuesto al gasto corriente, especialmente al pasivo laboral.
Desde México Evalúa se pone en la mesa que debe haber un cambio de gobernanza, pues los subsidios que le aporta Hacienda a la empresa productiva del Estado son cada vez más insuficientes y solo deteriora a las finanzas públicas, tan solo para este año se han presupuestado 73,000 millones de pesos en subsidios para CFE.
“Yo creo que sí sería muy importante que presidencia releve a los mandos directivos de la CFE y el Consejo de Administración, retome la gobernanza de la empresa, (…) que en este sexenio fue relegado totalmente de las decisiones y suplantado por el Presidente de la República y el director general (Manuel Bartlett Díaz)”, señala Ana Lilia Moreno, coordinadora del Programa de Regulación de México Evalúa.
Paul Sánchez, experto del sector energético, apuntó que el rechazo a la reforma eléctrica de AMLO, no cambió nada para bien, pero las cosas no empeoraron, que esa era la preocupación de muchos.
“No avanzamos en resolver los verdaderos problemas de CFE y del Sistema Eléctrico Nacional, pero era mucho más preocupante que si pasaba esta reforma, las reformas constitucionales en México no sirven para garantizar nada, sirven para bloquear que el siguiente partido haga cosas”, considera.
Pero los problemas de CFE van a seguir ahí mientras no haya voluntad política de atenderlos, para el experto uno de los inconvenientes es que la empresa tiene mucho personal y plantas obsoletas que solo operan algunas horas al día.
“El problema de esta reforma es que siempre fue diseñada como un impuesto, cómo cargarle a las empresas las responsabilidades de la CFE, es decir, de yo no hago ningún cambio a mis sistemas operativos, a mi sistema de administración, para optimizar, no distribuyo la deuda, no distribuyó el personal, no reduzco la capacidad operativa ociosa y en el largo plazo lo único que va a generar es que requiera más recursos del bolsillo de los consumidores, ya sean empresas o ciudadanos o de los impuestos”, dice Paul Sánchez.
Por su parte, Eleazar Castro, analista independiente del sector energético, considera que el no tener esta reforma eléctrica va a ser un golpe de realidad “muy fuerte” para la CFE, incluso si llegan a implementar los cambios a la LIE.
“Se van a llevar la sorpresa de que el más perjudicado va a ser el suministro básico y el más beneficiado va a ser suministro calificado. Básicamente, lo que vamos a hacer es segmentar el mercado: el suministro básico que CFE va a decir quién le vende y el de suministro calificado que prácticamente va a ser este toda la generación renovable y ciclos combinados privados”, apunta el experto.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, expresó que “la historia es cíclica y no estamos confiados a terceros. A través de la Ley de la Industria Eléctrica LIE, se garantiza el despacho y la planeación de la electricidad en México. También el presidente López Obrador, ya presentó la iniciativa para nacionalizar el litio”, escribió en su cuenta de Twitter.
Ley eléctrica, la mayor derrota política de AMLO
Aunque el revés de la reforma eléctrica podría ser la mayor derrota política del presidente Andrés Manuel López Obrador, será positivo para México, ya que ayudará a dar confianza y a atraer las inversiones que haya por la migración de fábricas de Asia a la región de Norteamérica, a pesar de la retórica nacionalista del gobierno.
De acuerdo con un análisis de Goldman Sachs la aprobación del proyecto probablemente habría afectado la confianza general de los inversores, aunque advierte que la administración de López Obrador aún alberga puntos de vista nacionalistas profundamente arraigados sobre los sectores de petróleo, gas y minería.
Por lo que la firma estadounidense considera que es probable que el entorno operativo para los inversionistas y operadores del sector privado en estos sectores siga siendo un desafío en México.
Aun así, Goldman Sachs cree que la unidad mostrada por los partidos de oposición implica que será difícil que la administración de López Obrador apruebe reformas constitucionales, incluida la buscada reforma electoral.
“La votación fue quizás la mayor derrota política del presidente López Obrador desde que asumió el cargo y es probable que impulse a la oposición a permanecer unida para las elecciones locales a corto plazo y, potencialmente, también para las elecciones presidenciales de 2024”, afirma.
Mientras que Bank of America Securities (BofA) señala que el rechazo al proyecto de ley de energía significa que el sector eléctrico permanecerá abierto a la inversión privada y que los reguladores de energía seguirán siendo independientes.
También considera que esto muestra que los frenos y contrapesos están funcionando en México, a la par que la inversión privada en energía es importante para muchos mexicanos, como lo representa una oposición fortalecida.
“Ahora somos más constructivos sobre la inversión en México en los próximos trimestres debido a la reubicación de la fabricación de Asia a América del Norte. El rechazo del proyecto de ley de energía debería ayudar a asegurar a los inversionistas que la inversión privada en México es segura a pesar de la retórica nacionalista de Andrés Manuel López Obrador”, precisa BofA.
En este sentido, Bank of America cree que el país puede aprovechar estas oportunidades, especialmente cuando se considera este resultado junto con la ratificación del T-MEC al comienzo de la administración, entre otros factores.
“Los eventos globales recientes, como la guerra comercial entre Estados Unidos y China, la pandemia y el conflicto entre Rusia y Ucrania, son factores de empuje que también favorecen la reubicación (o casi reubicación) en México”, destaca.
A su vez, la directora de análisis Económico de Banco Base, Gabriela Siller, considera que la negativa a la ley eléctrica del presidente no elimina los riesgos internos para el crecimiento económico de México.
La especialista explica, por ejemplo, que la semana antepasada la Suprema Corte desestimó la acción de inconstitucionalidad de una reforma eléctrica que le da prioridad a la CFE en el suministro de electricidad frente a particulares.
Además, incluso ayer el presidente López Obrador envió a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la Ley Minera, en donde busca prohibir concesiones para la explotación del litio a empresas privadas, misma que este lunes se discute ya en el recinto legislativo.
Con información de Forbes…