Con gran asistencia se realizó la entrega de pensiones americanas en Los Mochis

Los Mochis, Sin.- Representantes del consulado americano en Guadalajara acudieron nuevamente a la ciudad de Los Mochis para recibir las solicitudes de pensiones americanas, un beneficio que otorga el gobierno de Estados Unidos a toda persona mayor de 62 años de edad que acredite haber trabajado de manera legal y con número de seguro social en dicho país durante más de 10 años.

Rocío Hernández Rosas, subdirectora de Atención y Participación Ciudadana del ayuntamiento de Ahome, destacó que gracias a este programa están ingresando al estado de Sinaloa cerca de un millón y medio de dólares mensuales, que se dispersan en 1944 beneficiarios.

“Estamos hablando de que esta cantidad mensual pues queda aquí en la región y trae mucho beneficio, mucho bienestar para las familias, y esperemos que el día de hoy se vayan muchas personas beneficiadas”.

Por su parte, el supervisor de la Unidad de Beneficios Federales de Estados Unidos, Carlos Jug, destacó las gestiones que constantemente realiza el municipio de Ahome para acercar este trámite al estado de Sinaloa, pues, cabe señalar, de lo contrario los adultos mayores tendrían que solicitar su pensión en el consulado de Guadalajara o directamente en la Unión Americana.

“Ahome es quien más beneficiarios está poniendo en la lista de seguro social de todo Sinaloa, entonces, así de importante es venir a Los Mochis, porque es el lugar más importante que nosotros tenemos más identificado para precisamente ver el asunto de las pensiones de los Estados Unidos”.

Y por supuesto que en cada uno de los solicitantes, los llamados “braceros”, hay interminables historias de cómo fue que, por necesidad o ambición de superarse, tuvieron que migrar en busca del sueño americano y ahora buscan recoger los frutos de esos años de sacrificio.

Los adultos mayores recordaron con nostalgia que, aunque en muchas ocasiones extrañaban su tierra natal y por momentos se frustraban por la barrera del idioma, las buenas retribuciones económicas, el trato correcto que recibían de parte de compañeros y patrones y los lejanos e inimaginables lugares que conocían (algunos hasta en Alaska trabajaron), les daban la motivación para seguir adelante.

“Yo me empecé a ir en 1985, empecé de mojado y luego tuve la oportunidad de arreglar con la Simpson-Rodino. Trabajé en el melón, el tomate, la uva, incluso me tocó ir hasta Alaska, a la jaiba”, compartió don Federico Bórquez.

El evento se desarrolló por único día entre 10:00 de la mañana y 2:00 de la tarde en la Biblioteca Pública Morelos, y se contó con la asistencia de 60 adultos mayores con previa cita más los que iban arribando.

 

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