Ciudad de México.- El Presidente Andrés Manuel López Obrador recriminó esta mañana a los líderes sindicales que se han enriquecido al amparo del poder que les da ese cargo, y dijo que se debe acabar con eso, que nadie medre ni se aproveche de los trabajadores, y que el Estado no tenga sindicatos favoritos.
López Obrador dijo que todo esto se impulsaba desde el gobierno que mantenía a todos estos dirigentes porque eran los que les ayudaban a acarrear personas para los mítines, y berreo para semejar borregos en sentido figurado.
El Presidente precisó que las organizaciones sindicales se metían hasta en las votaciones. Y eso no sólo los dirigentes, lo he dicho aquí, “ahora que está buena la polémica en la UNAM, los rectores”.
Y habló del doctor José Narro con gran influencia en el PRI Y delegado político en Ecatepec. Y también atacó a quien manda en Guadalajara, poniendo y quitando a Rectores, y con una Feria del Libro muy importante porque sin límites se utilizaba dinero público para atraer intelectuales más renombrados del mundo con todos los gastos pagados.
A Mario Vargas Llosa le pagan, no falta a ninguna. Bueno, hasta premiaron al organizador con el premio Príncipe de Asturias en España fue el señor Padilla, “y todavía en su intervención con tanta autoridad moral hace un cuestionamiento a nosotros, al populismo”.
Dijo que no le sorprende que Enrique Krauze manipule gráficas y estadísticas, sino que ha dicho mentiras colosales sobre la historia de México, principalmente que Porfirio Díaz no estaba detrás de hechos aberrantes en el país.