Rusia.- Las declaraciones del presidente de Rusia, Vladimir Putin, acerca de que no se inyectó la vacuna Sputnik V contra el coronavirus al no ser apta todavía para los mayores de 60 años generaron una repercusión en Argentina en momentos en que el gobierno realiza gestiones contrarreloj para que decenas de miles de dosis lleguen a Buenos Aires.
Putin, de 68 años, dijo el lunes que la Sputnik V que está siendo administrada en su país no incluye todavía a la población mayor de 60 ni menor de 18. El mandatario ruso señaló que escucha las recomendaciones de los especialistas y que en cuanto pueda vacunarse lo hará.
El mandatario argentino, de 61 años, también dijo que los primeros en vacunarse serán ‘personas de la salud, de las fuerzas armadas y seguridad, docentes, mayores de 60 años y personas entre 18 y 60 años con enfermedades’, y que él sería ‘el primero’ en hacerlo.
Luego de los dichos de Putin y en un intento por llevar tranquilidad, la secretaria argentina de Acceso a la Salud , Carla Vizzotti, afirmó desde Rusia que allá se están terminando los últimos pasos para poder aprobar el uso de la vacuna en los mayores de 60 años a fines de 2020.
Argentina estimó que ‘estamos apuntando a que sea antes de Navidad’.
Vizzotti y sus colaboradores están en Rusia verificando si el producto es seguro y eficaz antes de su aprobación por la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT).
El gobierno argentino también negocia vacunas con el laboratorio británico AstraZeneca y con Pfizer, aunque con esta última farmacéutica estadounidense las tratativas están siendo difíciles ya que, según dijo el gobierno, exigió condiciones ‘un poco inaceptables’ para abastecer al país sudamericano.