Con diseños simples y promesas estratosféricas, las plataformas de inversión estafadoras cada vez cobran mayor popularidad entre las personas que buscan hacer dinero fácil.
Las de moda son dos: PBF Treasure y Firetoss, pero son básicamente igual a todas las anteriores: nadie conoce su origen, su interfaz es práctica y atrae a la gente bajo el precepto de que, a cambio de una inversión, su dinero se multiplicará en poco tiempo y empezará a ser redituable.
Algunas son como lobos con piel de ovejas. Por ejemplo, PBF Treasure se disfraza con el logotipo de Amazon, y al ser esta una empresa tan reconocida, termina por generar una confianza exacerbada en sus usuarios.
A fin de cuentas todas comparten una característica: el esquema piramidal Ponzi. Pero, ¿Qué es esto? Se trata de una forma de estafa que paga utilidades a los inversores más antiguos con fondos de los inversores más recientes, convirtiéndose en un círculo vicioso donde un usuario invita a otro, este a otro, y así sucesivamente.
Pese a que con el paso del tiempo este tipo de estafa se ha hecho más recurrente, muchas personas continúan cayendo en la tentación.
Recientemente PBF Treasure dejó de funcionar, haciendo perder cientos o miles de pesos a mucha gente que se dejó llevar, tal como lo narran algunos testimonios.
“Lo que me convenció para invertir en esta plataforma fue el dinero fácil, te daban opciones de obtener ingresos a grandes escalas, entonces para mí eso fue lo primordial. Invertí solamente $1000. Cuando la plataforma se cayó sí me llevé un impacto. Me quedó una experiencia desagradable, pero aprendí.
El especialista Luis Carlos Núñez, Licenciado en Negocios Internacionales con especialidad en Comercio Internacional por la Universidad Claude Bernard de Lyon, Francia, compartió con Altavoz que cuando se ha llegado a rastrear el origen de los programadores de este tipo de plataformas, casi siempre se encuentran partes del mundo como Europa del este.
Dichos programadores logran engatusar a millones de personas en todo el mundo hasta que, al cabo de unos meses, simplemente dejan sus plataformas fuera de operación.
“Desde hace un año más o menos salieron esas aplicaciones de las cuales pocos conocen su origen. Estas tienen distintas formas de hacer dinero, principalmente una especie de negocio piramidal donde invitando gente a que se inscriban vas a hacer más dinero. Puedes invertir también en lo que le llaman ‘órdenes’ porque están ligadas a productos de Amazon. En la mayoría de los casos que he visto estas apps solo duran unos meses”.
Cabe señalar además que algunos de los principales indicadores que delatan a una app fraudulenta, son el pobre diseño y funcionalidad, además de que, muy sospechosamente, cuando una desaparece, aparece otra sumamente parecida.
Pero, a fin de no generalizar y satanizar a todas las plataformas o mecanismos de inversión, el especialista comparte algunas formas que hasta el momento han resultado confiables, algunas administradas por bancos privados conocidos por todos, o incluso por el mismo gobierno, sin dejar de lado, por supuesto, el cada vez más relevante mundo de las criptomonedas.
“Hay muchísimos instrumentos financieros en el mercado bursátil que están abiertos al público, empezando por ejemplo por los CETES, que son los certificados de la Tesorería de la Federación, que probablemente es el instrumento más estable que hay respaldado por el gobierno. También la gente puede checar todo lo que ofrecen las bolsas de valores en cuanto a acciones; el mercado de futuros donde se puede tratar con elementos naturales como el gas y petróleo, el oro, etcétera. Las criptomonedas son un tipo de divisa virtual descentralizada esto significa que no es controlada por ninguna institución financiera, y son transacciones que se hacen entre privados con codificación en el internet. No te voy a decir que es algo seguro, pero si es algo real”.
