Ciudad de México.- El exgobernador de Puebla,Mario Marín Torres– acusado de tortura en agravio de la periodista Lydia Cacho– durmió esta noche en la misma cárcel en la que se encuentra el empresario, Jean Succar Kuri, quien fue sentenciado a 112 años de prisión por el delito de pornografía infantil y corrupción de menores.
En el año 2005, tras la publicación de su libro “Los Demonios del Edén”, Lydia Cacho comenzó a ser perseguida por Kamel Nacif y Jean Succar Kuri, empresarios operaban en Cancún y, según la comunicadora, asistían a fiestas donde reinaba el abuso sexual contra menores de edad.
Aracely Andrade, abogada de Cacho Ribeiro, quien sigue el caso de los agravios cometidos en contra de la escritora desde hace 15 años, fue quien dio a conocer que ambos delincuentes se encuentran en el mismo cereso.
#ComentarioFinal ¿Qué más comentar este día? Que cayó uno de los grandes villanos de la vida pública mexicana, Mario Marín, el #GoberPrecioso. Que se fue otro día sin vacunación contra el #Covid19. Que la recuperación del presidente López Obrador va muy bien. pic.twitter.com/oXSKC3aTob
— Ciro Gómez Leyva (@CiroGomezL) February 4, 2021
“Succar es el origen de esto que está viviendo Mario Marín. Ahí comenzó todo y todos escuchamos cómo él y Kamel Nacif- en aquellas grabaciones del 14 de febrero de 2006- se pusieron de acuerdo para orquestar la venganza en contra de Lydia (Cacho)”, dijo la abogada. Sin embargo, indicó que “van a estar juntos, pero no revueltos”.
Ante esto, Lydia Cacho publicó en su cuenta de Twitter que ” se vuelven a reunir los cómplices, pero ahora en condiciones muy diferentes” aseverando que, con dicho suceso, “el periodismo es el camino hacia la justicia”.
Se vuelven a reunir los cómplices, pero ahora en condiciones muy diferentes. Ya no hay fiesta ni lujo, tampoco niñas victimas en manos de los pederastas. No hay brindis ni celebración. El periodismo es el camino hacia la justicia.
Este jueves, Mario Marín será presentado ante el Juzgado Segundo de Distrito en Cancún, como parte de la primera diligencia de la causa penal 26/2018, cuya pena alcanza los 6 años de prisión.
“Su detención es una primera victoria, pero eso no significa que se haga justicia. Al ser delito grave, si se le dicta el auto de formal prisión, enfrentará el proceso en la cárcel y estaríamos solicitando que fuera trasladado a un penal de máxima seguridad”, afirmó la abogada.
